POR ELIZABETH SALINAS
IberoNews. – Si bien se ha hablado del trabajo de las empresas para que dentro de sus plantillas el sector femenino tenga más presencia, las mujeres empresarias en Costa Rica que buscan emprender o fortalecer sus negocios propios aún viven muchos desafíos para lograrlo.
En este contexto, Alexandra Kissling, presidenta de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) Costa Rica, organización que busca la sostenibilidad y la competitividad de Costa Rica, menciona algunos de estos retos.
Los retos para las mujeres empresarias en Costa Rica
Costa Rica fue nombrado en 2022 como el país de Centroamérica con más mujeres emprendedoras, de acuerdo con el índice de Mujeres Emprendedoras en el Mundo, presentado por Mastercard en mayo de ese año. Con un panorama así, conocer los retos que las empresarias ticas enfrentan es vital para impulsar su crecimiento y el de la economía del país.
Estos son algunos de ellos:
Los prejuicios
Aunque las mujeres han buscado demostrar su talento y profesionalismo, los tabúes y prejuicios aún pesan.
“Persiste una brecha en el ámbito empresarial, que dificulta el acceso a las oportunidades de negocio, recursos financieros, redes profesionales y va aunado a estereotipos de género, sesgos inconscientes y discriminación, especialmente en campos predominantemente masculinos. La presencia de mujeres en el espacio empresarial a veces se dificulta por esos sesgos y pueden obstaculizar el crecimiento y el desarrollo de los negocios liderados por mujeres ya que hay prejuicios”, dice Kissling.
Acceso a financiamiento
Los financiamientos y la inyección de capital son básicos para que una empresa o emprendimiento se mantenga o crezca. Sin embargo, muchas mujeres no pueden acceder a ellos.
“Las empresarias pueden tener dificultades para acceder a préstamos y financiamientos para expandir o establecer sus negocios, ya que a menudo se enfrentan a desafíos adicionales: tasas más altas de interés, requisitos más estrictos, la desigualdad salarial dificulta su capacidad para ahorrar para invertir en negocios, menos experiencia crediticia financiera, lo cual dificulta el acceso a préstamos o líneas de crédito”, comenta la experta.
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Roles de género
Los roles de género que se han asignado a las mujeres desde hace siglos, tales como ser las responsables del hogar o el cuidado de los niños o personas que lo necesiten dentro del núcleo familiar, pueden llegar a limitar las posibilidades para las mujeres empresarias en Costa Rica y el mundo.
“Sin el apoyo de una red formal de apoyo o recursos suficientes para atender responsabilidades es muy difícil equilibrar el trabajo y la vida personal e indudablemente afecta el tiempo de dedicación que pueden dar a sus negocios. Ya no es un tema de mamá, papá o familia, es de política pública, para que los estados se desarrollen, crezcan y prosperen, necesitan la inclusión de las mujeres”, menciona la especialista.
Los cambios en la economía
“La falta de acceso a redes de oportunidades de negocio puede limitar ese crecimiento. La estabilidad económica, la incertidumbre económica y las políticas públicas cambiantes también afectan negativamente a los negocios y estas situaciones de vulnerabilidad a los cambios afectan más a las mujeres”, detalla la presidenta.
Muestra de ello es la situación que se vivió en la pandemia de Covid 19, pues para el segundo trimestre de 2020, uno de los momentos más críticos de la contingencia sanitaria, la tasa de desempleo de las mujeres era de 30%, en comparación con el 15% del mismo trimestre de 2019, según la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Costa Rica (INEC).
La transformación en pro de las mujeres empresarias en Costa Rica
Si bien las mujeres empresarias en Costa Rica enfrentan estos desafíos, algunos aspectos ya han avanzado:
“Hay cambios culturales y sociales, ha habido un cambio en la mentalidad, en las actitudes sociales hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. La mejora en el acceso a la educación y capacitación para las mujeres ha permitido desarrollar habilidades empresariales y conocimientos para gestionar negocios de manera efectiva. Las redes y comunidades empresariales para mujeres han generado espacios para compartir buenas prácticas, experiencias, conocimientos y que entre ellas se gesten oportunidades” finaliza Kissling.
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