Los retos de la economía circular en Latinoamérica

La ONU estima que la economía circular puede ayudar en la reducción de residuos plásticos en un 30% para 2040.

Economía circular
La economía circular podría generar 4.8 millones de puestos de trabajo en la región. Imagen: tomado de Diseñado por Freepik (www.freepik.es).

Por Frank Ávila

IberoNews.-Al menos 150,000 y hasta 2,100, 000 personas cada año pasan a formar parte de las filas de pobreza extrema; esto a causa de los desastres por fenómenos naturales en Latinoamérica, según estudios del Banco Mundial; adicionalmente, se prevé una limitación de aproximadamente el 20% en la cosecha de frijol y maíz en algunos países de la región para el año 2050 por la misma causa.

Latinoamérica concentra en ocho países el 70% de la biodiversidad del globo terráqueo; sin embargo, todo este capital natural no solamente está en riesgo, sino en quebranto día a día.

De acuerdo con The Natural Resources Defense Council (NRDC), “las represas hidroeléctricas, la extracción de combustibles fósiles, la expansión de la agricultura, la ganadería, la tala y las operaciones mineras han devastado los ecosistemas locales y a las comunidades que dependen de estos recursos naturales para su bienestar, prácticas culturales y sustento”.

Estragos de la economía consumista

El portal “Ecología Verde” nos refiere algunos datos interesantes: Cuba continuamente padece sequía en gran parte del país; el sur de Buenos Aires, Argentina, recibe el paso de agua con mayor contaminación desde hace muchos años debido a 88,500 metros cúbicos anuales de desechos industriales en su cauce.

Otro ejemplo es Bolivia, en donde el nivel de plomo detectado rebasa en tres veces el valor por litro permitidos en la Ley de Medio Ambiente, a causa de la explotación minera. De manera similar sucede en Brasil y Venezuela con toneladas de mercurio extraídas, mientras Perú tiene la ciudad más contaminada de la región.

Arica, Chile, padece contaminación por plomo y arsénico. Ecuador, graves daños en Amazonas por la sobre explotación de petróleo. Haití, que ya sólo cuenta con un 2% de bosque en su territorio a causa de la tala inmoderada de 30 millones de árboles al año. Los ejemplos son casi interminables.  

¿Qué hacer al respecto?

El modelo económico lineal basado en el consumo excesivo que tiene por lema “lo quiero, lo tomo, lo uso y desecho”, a juicio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es “despilfarrador, extractivista y responsable en gran medida del cambio climático y al agotamiento de los recursos”.

A nivel mundial, la población continúa su crecimiento bajo la consigna consumista, lo que ocasiona una gran demanda de materias primas a costa de los recursos globales que se agotan.

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Está comprobado que la explotación irracional de los recursos para el suministro de bienes y servicios requiere de un mayor consumo de energía que, a su vez, ocasiona gas de efecto invernadero (GEI), perjudicando al medioambiente.  Otra consecuencia relevante es la dependencia de un país a otro para surtirle las materias primas que requiere a fin de satisfacer las demandas consumistas.

A razón de lo anterior y con el propósito de reducir y eliminar el desgaste del planeta, se ha hecho necesario generar un modelo económico alterno para diseñar, producir y consumir, que permita el crecimiento económico bajo un paradigma relacionado con bajas emisiones de carbono, reducción de residuos y contaminación, cuidado del medio ambiente y de la biodiversidad.

¿Y cómo funciona la Economía Circular?

Según las Naciones Unidas, el modelo se basa en tres principios: 1) eliminar residuos y contaminación; 2) mantener productos y materiales en uso alargando su vida útil, y 3) regenerar sistemas naturales. 

En la economía circular se identifica la creación de valor en ciclos técnicos y biológicos; los primeros se refieren a todo tipo de productos y materiales creados por el humano, a los cuales se les otorga el mayor uso posible en el tiempo, creando valor a través del intercambio, y/o mantenimiento, y/o la reutilización, así como también la remanufactura y el reciclaje.

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Respecto de los ciclos biológico, ya que al producto o material se le dio diversos usos, por sus características de manufactura amigable regresan a la naturaleza sirviendo como nutrientes a la tierra y sistemas naturales.

Los principios son aplicables a cualquier producto o material, tales como el acero, la madera, el cemento, el aluminio, papel, el plástico y la ropa entre muchos otros.

¿Cuáles son los beneficios de la Economía Circular?

De acuerdo con ONU Medio Ambiente, se espera un saneamiento progresivo de aguas, crecimiento de bosques y zonas verdes; reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 40% para el 2050, modificando la manera en que se produce el plástico, aluminio, cemento y acero, entre otros, mejorando las condiciones climáticas, el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad.

La Economía Circular otorga a los consumidores productos con mayor duración y calidad, reduciendo gastos en el futuro; genera una conciencia de consumo responsable al nivel de “sólo lo necesario”, promoviendo el ahorro familiar y la inversión en una mejor calidad de vida.

La ONU estima que la economía circular puede ayudar en la reducción de residuos plásticos en un 30% para 2040; se espera que el mercado de los envases retornables crezca de 37, 000 millones de dólares en 2018 a 59, 000 millones en 2026.  Igualmente, el mercado de ropa de segunda mano duplicará el tamaño del de ropa nueva para 2029.

Y un punto más a su favor: estudios recientes en América Latina y el Caribe indican que la adopción de la economía circular podría crear un incremento neto de 4.8 millones de puestos de trabajo en la región.

Medidas para la aplicación de la Economía Circular en Latam

Chatam House señala que al momento en América Latina y el Caribe se han desarrollado alrededor de 80 iniciativas públicas relacionadas con la economía circular, tales como Hojas de ruta y estrategias nacionales de economía circular, Políticas de gestión de residuos, Responsabilidad ampliada del productor, Objetivos de eficiencia de los recursos materiales y reciclaje.

Otras son también políticas fiscales “con incentivos fiscales (como la tributación de materiales vírgenes o exenciones de impuestos de tecnología limpia) o la eliminación de subsidios, y políticas de productos (incluido el diseño ecológico, las prohibiciones de productos de un solo uso y la extensión de la vida útil del producto)”.

La transformación a una economía circular es necesaria para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Aún está pendiente la participación activa en Latinoamérica del sector privado, entendiendo que la economía circular permite el uso eficiente de recursos y añade valor en el manejo de los residuos.

Es vital para detener el cambio climático “acelerar y extender las prácticas circulares en la economía, como los cambios en el diseño de los productos, en las cadenas de suministro y los procesos de producción industrial, y en la forma en que los productos se utilizan y eliminan al final de la vida útil del heredero”, señala el portal de Chatam House.

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