OPINIÓN / HUGO SALVATIERRA *
Las mujeres en puestos directivos tendrían que ser la normalidad en América Latina y el Caribe. Sin embargo, continúan luchando a contracorriente y siendo una minoría, a pesar de los grandes resultados que han dado en múltiples empresas de la región.
Simplemente veamos que han sido capaces de llevar al éxito a grandes empresas, tanto en el ámbito local, como a nivel global:
- Min Chen. La panameña, nacida en China, es cofundadora y directora ejecutiva de Wisy, el primer unicornio de Panamá.
- Ileana Rojas. La costarricense es CEO de Intel en Costa Rica. Esta empresa es uno de los grandes jugadores globales del mercado de diseño y la fabricación de semiconductores.
- Laura Diez Barroso Azcárraga. La mexicana es presidenta de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) y Grupo Financiero Santander México.
- Paula Santilli. La argentina es CEO de PepsiCo Latinoamérica.
- Sylvia Escobar. La colombiana es presidenta de Terpel, compañía del sector petrolero y de distribución de hidrocarburos.
- Blanca Treviño. La mexicana es CEO de Softtek, un proveedor global de soluciones de TI y procesos de negocio.
Y la lista podría seguir y seguir, porque la realidad es que cada vez hay más mujeres llevando a otro nivel a las empresas de la región.
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Mujeres en puestos directivos, la frialdad de los números
Sin embargo, las cifras indican que falta mucho por hacer para que más mujeres aspiren a un puesto de alta dirección, sobre todo en nuestra región. Por ejemplo, observemos los datos del informe “Una olimpíada desigual: la equidad de género en las empresas latinoamericanas y del Caribe”. En el reporte (agosto 2021), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concluye que:
- Las mujeres ocupan 15% de los cargos directivos en América Latina.
- Sólo el 14% son dueñas de las empresas.
- En 1 de cada 10 empresas una mujer ocupa el puesto de gerente general.
Los datos de S&P Global Market Intelligence agregan que en nuestra región hay un marcado rezago a la hora de hablar de mujeres en puestos directivos. Veamos lo que ocurre en el sector financiero, con datos a mayo de este año:
- Las mujeres representan el 11.14% de los ejecutivos y miembros de las juntas directivas de las instituciones financieras de América Latina.
- En Europa el 21.27%.
- En Oriente Medio y África el 14.21%.
- En Asia el 13.13%.
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Sin ellas, las empresas pierden
A la hora de hacerlas a un lado, o no incentivar su crecimiento, las organizaciones están perdiendo la posibilidad de ser más innovadoras y rentables. Simplemente, analicemos los datos del Peterson Institute for International Economics. En el estudio “¿Es rentable la diversidad de género” (2016), indica que una participación femenina de 30% en los puestos de alta dirección genera 15% más rentabilidad a las empresas.
En el tema de mujeres en puestos directivos, las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) apoyan lo anterior. El organismo puntualiza que las empresas tienen casi 20% más de probabilidad de alcanzar mejores resultados cuando hay equilibrio de género.
A esto hay que añadir que la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) deja claro que la inclusión trae beneficios como:
- Mejor resultados financiero y valor para los accionistas.
- Menor riesgo de fraude y corrupción.
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Brújula mundial de mujeres en puestos directivos
Por fortuna, poco a poco ya se ha ido entendiendo el valor que las mujeres agregan a las empresas en algunos sitios de la región. Sin embargo, no ha sido con la velocidad que se necesita. En este sentido, el informe “Women In Business 2022”, elaborado por Grant Thornton, explica que América Latina es la tercera región con más mujeres en puestos de liderazgo.
- 40% África
- 37% Sudeste Asiático
- 35% América Latina
- 33% Unión Europea
- 33% América del Norte
- 30% Asia Pacífico
Y al hacer un análisis de las economías más fuertes de nuestra región, Brasil está a la cabeza, con un 38%, México tiene 33% y Argentina 30% de mujeres en puestos directivos. Aquí hay que poner un asterisco en México, país que descendió dos puntos porcentuales contra el año anterior.
Juntos somos más rentables, mujeres en puestos directivos
Por lo tanto, es necesario que las empresas y los gobierno desarrollen programas para potenciar el ascenso de las mujeres en las altas esferas de las organizaciones. Por ejemplo:
- Es vital que tengan el mismo salario que los hombres.
- Deben tener facilidades para continuar con su formación académica y el desarrollo de habilidades gerenciales.
- Se requiere programas de para concientizar al interior de las organizaciones para romper el machismo que muchas veces frena sus aspiraciones.
- Es necesario que haya beneficios que les permitan continuar su carrera. Esto, debido a que muchas veces tienen que frenar sus aspiraciones para atender a su familia.
Como podemos ver, si una empresa quiere ser innovadora y más rentable, deberá incluir a las mujeres, o dejar que la competencia capitalice su talento.
* Hugo Salvatierra es periodista especializado en negocios y América Latina. Durante su carrera ha sido editor en Forbes México, Forbes Centroamérica y República Dominicana, así como en Grupo Expansión (México).
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