El problema de la usurpación de identidad en el envío de remesas

La usurpación o robo de identidad está afectando a los países de Latinoamérica que más reciben remesas. La tecnología móvil podría ser la solución.

Remesas e identidad digital
La delinciencia ha puesto la mira en las remesas que se mandan desde el extranjero. Imagen: Shutterstock

OPINIÓN l POR MIGUEL ESPINOSA RESCALA (*)
En medio de la desaceleración económica mundial, las remesas alcanzan cifras récord en el mundo. De acuerdo con el Banco Mundial, se registró un sólido crecimiento en la mayoría de las regiones, por ejemplo, los flujos aumentaron un 21.6% en América Latina y el Caribe. Sin embargo, la usurpación de identidad también va en aumento.

El crecimiento en este tipo de envíos ha tenido sus orígenes históricos en la escasez de mano de obra en Estado Unidos y el desempleo en la región, por lo que el perfil de los receptores se inclina abrumadoramente hacia los sectores menos favorecidos y no bancarizados, por lo que las remesas han estado plagadas de altos costos, fraudes, robos de identidad y falta de transparencia tanto en el lado receptor como en el emisor.

“El distanciamiento social y los cierres comerciales significaron que los métodos tradicionales para transferir remesas (es decir, en efectivo o utilizando sucursales de bancos) se volvieron más limitados y complicados, lo que evidencia la necesidad de cambio e innovación urgente que pueda mejorar los servicios de transferencias y fomentar una mayor inclusión financiera; en particular, promover el uso de remesas digitales y recursos financieros adicionales”, considera Alejandro Zavala, director de Producto Criptográfico Blockchain de DICIO.

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El arma de la identidad digital

Así, con las remesas en niveles históricos, rompiendo todos los pronósticos y superando los retos de la pandemia y la economía, estas transacciones están cada vez más expuestas a la vulnerabilidad intrínseca del mundo digital, sobre todo, cuando requieren la alineación de un panorama internacional de instituciones financieras. En estos casos, la identidad digital puede desempeñar un papel fundamental para reducir el riesgo de fraude y de suplantación de identidad, dada la cantidad de detalles que se suelen exigir para el registro.

De acuerdo con World Remit, las transacciones digitales comienzan a ganar peso, al menos los envíos que se originan en Estados Unidos (donde ya suponen el 17%), lo que puede ser originado por el interés de los trabajadores por minimizar los gastos de envío de estas remesas.

El tema de la identidad digital cobra aún más relevancia cuando se trata de actores no bancarios que, cada vez más, forman parte de este sector, gracias en gran parte a que pueden brindar soluciones a través de la tecnología móvil.

Un delito que crece año con año

Uno de los grandes problemas inherentes al mundo digital y, por lo tanto, a las remesas electrónicas es la usurpación o robo de identidad, es decir, cuando alguien utiliza información falsa o datos específicos que le permiten realizar transacciones utilizando la cuenta de otra persona.

Se calcula que, a nivel global, el costo de este delito digital se ha casi cuadruplicado desde 2015 hasta alcanzar los 14.8 millones de dólares al año, según un estudio elaborado por el Instituto Ponemon y Proofpoint. Es por ello que la identidad digital puede jugar un papel tan importante en la reducción de este riesgo, apalancándose de la biometría y empresas de tecnología financiera de todo el mundo.

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La función de la biometría en la seguridad de las transacciones financieras digitales es evidente de varias maneras: además de permitir un mayor control sobre el uso de la información personal, también proporciona un alto nivel de seguridad al realizar este tipo de transacciones.

En su forma más elemental, puede utilizarse para verificar y confirmar que los intentos de transacción proceden de sus legítimos propietarios; de este modo, las identidades y cuentas falsas no podrían ejecutar transacciones con identidades reales.

La biometría es el ‘escudo’ adecuado

La biometría usada para recibir remesas es una manera de reducir la delincuencia y la ineficacia en este vital sector. La mejora de los servicios y productos de remesas puede ser una solución clave para ayudar a los migrantes y sus familias, pero también una parte importante de la agenda de desarrollo sostenible pues, ante el creciente número de población no bancarizada que tiene poco o ningún acceso al sector financiero formal, el dinero móvil ha sido aclamado como uno de los métodos más eficaces para llegar a los excluidos financieramente.

Ante el uso de la identidad digital en las remesas para fines de autenticación, hay varias instituciones que deben estar listas para estos cambios, entre ellas, los bancos, los gobiernos y los proveedores de identidad digital:

  • Los bancos deben poner en marcha medidas seguras para proteger la información de sus clientes y, al mismo tiempo, ofrecerles una mayor transparencia a la hora de proteger.
  • Los gobiernos deben prepararse para los cambios, lo que incluye decidir quién gestionará las identidades digitales y qué medidas legales deben establecerse.
  • En cuanto a los proveedores de identidad digital, deben proporcionar a cada entidad un número determinado de identidades verificadas que pueden utilizar para autenticar a sus clientes o miembros.

La biometría también posibilita la verificación de transacciones en aplicaciones que incluyen el trabajo con registros de clientes, dinero y procesos de autorización; además de una mejora de la productividad y seguridad dentro de las instituciones financieras, ya que permite el acceso controlado a las estaciones de trabajo, redes y aplicaciones remotas que conforman el ecosistema de una empresa o institución.

(*) El autor es CEO de DICIO.

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