POR NANCY GARCÍA
IberoNews.- Centroamérica es una región que ha tenido que superar una gran cantidad de problemas y lo concerniente generar nuevos negocios no es la excepción. Emprender en Centroamérica es realmente retador.
Aunque Centroamérica cuenta con un mercado de aproximadamente 50 millones de habitantes, no ha sido suficientemente atractivo para atraer grandes inversiones e impulsar la creación de pequeñas y medianas empresas (PyMes), muchas veces por cuestiones políticas y por el bajo poder adquisitivo de la población.
De acuerdo con estudios del el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), los países centroamericanos han afrontado situaciones adversas para impulsar el emprendimiento después de la pandemia del Covid-19, lo cual se ha contemplado como parte de sus estrategias de recuperación de la peor recesión económica que la región ha padecido.
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Aunque han desplegado programas para impulsar el desarrollo interno de sus economías, lo cierto es que aún no logran llevar a los emprendedores todas las herramientas necesarias para alcanzar sus propósitos, principalmente en las zonas rurales.
Origen del problema
En los estudios realizados por GEM se destaca que la falta de capital humano, así como las pocas fuentes de financiamiento, son dos constantes que estorban en la creación de nuevos negocios, aunado a políticas poco efectivas por parte de los gobiernos para estimular la creación de PyMEs, por lo que muchos emprendedores prefieren quedarse en la informalidad.
Dicho sea de paso, los negocios informales tuvieron un incremento importante, debido a la pérdida del empleo por la pandemia, siendo la venta de comida, así como otros servicios, los rubros optados por los emprendedores.
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La falta de financiamiento detiene planes de negocios y es un factor que desanima a los emprendedores, quienes en los últimos años han optado por iniciar un negocio por la falta de empleo, más que por el deseo de emprender.
Exigencias de incentivos al emprendedor
En el caso de El Salvador, a partir de la consulta ciudadana de 2021 realizada por la Comisión Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Conampyme), se detectó la necesidad crear políticas que desarrollen redes de negocios dentro y fuera del país, así como programas de capacitación para el emprendimiento que se impartan no sólo en la capital nacional.
La consulta también evidenció la falta de conocimiento por parte de los emprendedores para llevar a cabo sus negocios, que muchas veces sólo terminan en un buen plan bocetado en papel.
Debido a la pandemia, el 65.5% de los salvadoreños tuvieron que dedicarse al mercado informal por la pérdida de su trabajo, por lo que solicitan, además, mayor apoyo para formalizar sus negocios.
Mejoramiento de condiciones
El caso de Costa Rica es emblemático en América Latina debido a su progreso económico, que en las últimas tres décadas había dado como resultado indicadores de bienestar semejantes a los países desarrollados. Pero como consecuencia de la pandemia actualmente existen cerca de 862 mil personas en el mercado informal.
La Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) en su encuesta regional sobre reactivación económica, que realizó entre empresarios costarricenses, mencionó que el gobierno debe trabajar en políticas para simplificar trámites para iniciar un negocio, así como crear estímulos para la innovación y el emprendimiento, impulsar una mayor formalización del mercado de trabajo y facilitar mejores líneas de financiamiento.
El financiamiento es esencial
De acuerdo con el Reporte Global 2021/2022 del GEM, Panamá fue uno de los países más afectados económicamente por el Covid-19, por lo que el PIB se contrajo 18% y su tasa de desempleo se elevó a casi el 19%, en consecuencia muchos panameños se vieron en la necesidad de iniciar un emprendimiento.
Aunque hay confianza empresarial en el país, en el reporte los expertos identificaron como una de las principales limitaciones la falta de acceso que tienen los emprendedores a financiamiento, así como políticas públicas que faciliten el emprendimiento y una mejor capacitación para conocer el mercado al cual van a incursionar los emprendedores.
De acuerdo con el estudio del GEM, Guatemala tiene altos índices de empredimiento debido a la falta de trabajo, sin embargo, se reconoce que, debido a la pandemia, actualmente es más complicado iniciar un nuevo negocio en comparación a los tiempos de pre pandemia.
La poca cultura del emprendedor, así como el financiamiento y falta de políticas gubernamentales siguen siendo la constante en el ecosistema del emprendimiento en Guatemala.
Foco en sectores clave
Al igual que los demás países en Centroamérica, la pandemia de Covid-19 ocasionó una tasa de desempleo del 5.1%, según el Banco Central de Nicaragua, lo cual provocó en el 2021, 7 mil 600 nuevos negocios.
La Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua asegura que es importante reinventarse y adaptarse a la nuevas necesidades derivadas por la pandemia, por lo cual la capacitación para escalar emprendimientos con miras a la digitalización en negocios tradicionales y hacerlos más eficiente es fundamental.
Enfatizan en la necesidad de herramientas y cursos para conocer el mercado destino del producto o servicio, por lo que incentivar una cultura y educación para el emprendimiento resulta fundamental.
En lo concerniente a Honduras y Belice, aunque hay poca información al respecto, al igual que el resto de la región, se presentan los mismos problemas de acceso al financiamiento, poca cultura del emprendimiento y falta de políticas que apoyen la creación de nuevas ideas de negocio o impulsar las que ya existen.
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