El Salvador.- El Salvador es uno de los países que más dificultades ha tenido para recuperar su economía durante la pandemia del COVID-19 a nivel latinoamericano. La mayoría de sectores económicos se vieron afectados por las disposiciones tomadas por el gobierno para contener el virus.
Según estimaciones, la deuda pública aumentó un 14 por ciento puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), hasta aproximadamente un 85 por ciento del PIB a finales del 2021.
A pesar de ello, se espera que su economía crezca un 1.9 por ciento en 2023. Para ello será clave el aumento de las inversiones en capital humano.
Medidas que ayudaron a mitigar la crisis
El presidente Nayib Bukele puso en marcha acciones que contribuyeron a que los efectos de la pandemia, en lo económico, fueran los menores. Se hizo una campaña para tratar de combatir el virus. Así mismo, hubo un aumento en el salario mínimo, además de programas de financiamiento a las micros, pequeñas y medianas empresas.
De acuerdo a las estimaciones del Banco Central de Reserva (BCR) se esperaba que en este 2022 hubiera un incremento del 3.2 por ciento en la economía salvadoreña.
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En mayo del año en curso, el BCR informó que El Salvador exportó US$684.3 millones de productos, siendo el segundo mes con mayor monto de exportaciones en lo que va de 2022.
Las exportaciones de bienes salvadoreños, en los primeros cinco meses de 2022, totalizaron 3 millones 160 mil dólares, registrando un crecimiento anual del 17 por ciento.
Baja cosecha afectará la economía de 2023
Según el Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), para el 2023 se prevé un aumento en los precios, debido a una notoria reducción en la producción de granos básicos.
“Lo que vemos es que los productores no van a producir para comercializar sino para asegurar el consumo y lo que vamos a ver es que, en los granos básico, como el frijol y el maíz, habrá un incremento en los precios”, expresó Danilo Pérez, director ejecutivo del CDC.
La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), considera que existirá una baja del 29.5 por ciento en la cosecha para el período comprendido entre 2022 a 2023.
“Diríamos que el consumo, en relación a la producción, la tenemos asegurada en el 2022, el problema es lo vamos a tener en el 2023”, manifestó el director del CDC.
Aportarle a la producción de alimentos
El director ejecutivo del CDC, Danilo Pérez, mencionó que en el país centroamericano se debe de apostar por una soberanía alimentaria.
“Creo que hay que hacer otro tipo de apuestas en materia de consumo para proteger el costo de vida de la población. Me parece bien el tema del combustible, pero se debe de asegurar los alimentos, desde el tema de producción”, dijo.
Los productores le han solicitado a las entidades gubernamentales salvadoreñas diferentes medidas para que se les garantice la producción de granos en la siembra 2022-2023.
Fuentes consultadas
- La Prensa Gráfica
- Banco Mundial
- Diario El Mundo