POR KARINA GONZÁLEZ FAUERMAN
La brecha de género es una de las principales limitantes para lograr la inclusión financiera para las mujeres en América Latina. Así lo considera Edison Mejía Ardila, Gerente general de Microserfin.
“En la región de América Latina y el Caribe, sin duda aún hay retos por atender en materia de inclusión financiera, sobre todo en cuanto a brecha de género.
“Todavía hay muchos estereotipos y sesgos inconscientes que atraviesan a las distintas instituciones del sistema financiero”, explica Mejía Ardila.
Según el informe Encuesta de inclusión financiera con perspectiva de género: Propuesta conceptual, (BID, 2022),en América Latina hay una falta sistemática de datos desagregados por género.
Lo anterior impide entender las diferencias en el acceso y el uso de servicios financieros y las barreras específicas que enfrentan las mujeres.
A pesar de que los niveles de morosidad de los hombres son superiores a los de las mujeres, los créditos para la población femenina tienen una mayor tasa de interés y un menor monto de crédito.
La falta de ingresos, las responsabilidades domésticas y familiares inciden en la inclusión financiera para mujeres en América Latina.
Asimismo, subraya Mejía Ardila, la falta de servicios y productos financieros adaptados a las particularidades de las mujeres constituye un obstáculo en las entidades financieras.
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El lado positivo de la pandemia
No todo son malas noticias: según el informe Global Findex 2021, tras la pandemia, la brecha de género en la titularidad de cuentas se redujo por primera vez en la última década.
“En este periodo la inclusión financiera actuó como un catalizador que impulsó el aumento de pagos digitales en medio de la expansión mundial de los servicios financieros formales”.
Puntualmente, en 2021, precisa, se observó que la brecha de género en los países en desarrollo bajó de 9 puntos porcentuales a 6 puntos porcentuales.
Durante el confinamiento sanitario, agrega, creció el acceso a los teléfonos inteligentes y al internet móvil. Esto posibilita el acceso a información, salud, educación y servicios financieros.
“Es fundamental introducir al ecosistema financiero, la tecnología y la innovación para garantizar la inclusión financiera para mujeres en América Latina.
“La actual revolución digital aumenta la accesibilidad y el uso de servicios financieros en las economías en desarrollo”.
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Grandes áreas de oportunidad
Construir estrategias multiactorales con capacidad de transformar dinámicas excluyentes en el ecosistema financiero es un paso para la inclusión financiera para mujeres en América Latina.
Asimismo, hay que reconocer el potencial de las mujeres como agentes de desarrollo económico y social en sus comunidades.
Así lo indica el informe ONU Mujeres (2021), Finanzas para todas. Experiencias e iniciativas innovadoras para la inclusión financiera de las mujeres y una recuperación con lentes de género en América Latina y el Caribe.
En ese sentido es necesario impulsar su salud financiera desde un abordaje integral, a largo plazo, focalizado en brindar herramientas para superar limitaciones.
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Estrategias para lograr la inclusión financiera para mujeres en América Latina
Para lograr la inclusión financiera para mujeres en América Latina, Edison Mejía Ardila, Gerente recomienda:
- Implementar sistemas de indicadores sobre el uso de productos financieros. Esto permitirá generar conclusiones sobre el comportamiento de los hombres y mujeres.
- Desarrollar productos de crédito, ahorro, microseguros, asistencias entre otros, con lentes de género que se adapten a su ciclo de vida.
- Facilitar el acceso a la educación financiera y la educación digital de las mujeres para que puedan escalar a nuevos niveles de desarrollo.
- Convertir a la tecnología en un aliado para el desarrollo de productos y servicios en nuestro sector y así reducir la brecha digital de género.
- Multiplicar las alianzas público – privadas en favor de la inclusión financiera y el empoderamiento de las mujeres en la región.
- Recordar que los servicios financieros generan empoderamiento en la mujer, le ayudan a la tomar decisiones y a cultivar independencia económica.
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