Sandra Cauffman, la costarricense que trasciende en la NASA

Sandra Cauffman hablando ante jóvenes durante la Exhibición Anual de Aplicaciones de Ciencias de la Tierra el jueves 1 de agosto de 2019 en la sede de la NASA en Washington, DC. Foto tomada de NASA/Joel Kowsky

Por Hugo Salvatierra
IberoNews.- Luego de que un compañero de trabajo le pidiera que enviara su currículum vitae a la NASA, Sandra Cauffman recibió una llamada de Frank Cepollina, quien le dijo que le daría empleo, pero que tuviera paciencia, para luego colgar el teléfono. Ella no sabía que ese hombre era el padre de las misiones de servicio, ni que ese momento iba a ser el comienzo de una carrera que al día de hoy supera las tres décadas en la institución.

Actualmente es directora Adjunta de la Dirección de Astrofísica de la agencia y es la responsable de proyectos que suman los 2,000 millones de dólares, como todos los telescopios de agencia que están en el espacio, entre los que se encuentran:

  • El Telescopio Espacial Hubble.
  • El Telescopio Espacial James Webb.
  • El Observatorio de Rayos X Chandra.
  • El satélite Swift (observatorio espacial).

Estos aparatos están observando el cosmos en varios rangos de luz: ultravioleta, rayos X, infrarroja, etcétera. De hecho, en diciembre del 2021 la NASA lanzó el Telescopio Espacial James Webb, que ya llegó a su órbita y ha estado tomando imágenes del universo y “viendo” cómo inició.

Sandra Cauffman sosteniendo una copia de una estampilla emitida en su honor en Costa Rica en 2017. Foto tomada de: NASA/Sean Potter

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Sandra Cauffman, toda una vida en la NASA

Antes de ingresar a la sede da la NASA trabajó durante 25 años en el Centro de Vuelo Espacial Goddard (GSFC, por sus siglas en inglés). En esta institución, que pertenece a la agencia, su labor era “más de manos, de construir misiones, de construir dispositivos”.

En contraste, su actual misión es un tanto burocrática. “Tengo muchas personas a mi responsabilidad, muchos proyectos. Manejo los dineros, manejo todo lo que es estrategia de cómo es que vamos a invertir todos esos 2,000 millones de dólares anuales en todas estas misiones. Me aseguro de que todas las misiones estén solventes de que tengan toda la gente que esté trabajando, manejando todos los riesgos, todo lo que tengamos que hacer”, explica. 

Desde su llegada a la NASA, en 1991, Sandra Cauffman ha ocupado múltiples posiciones:

  • En 1991 ocupó el cargo de gerente de Sistemas Terrestres para el Proyecto de Servicio de Satélites. Ahí apoyó misiones como:
    • La Primera Misión de Servicio del Telescopio Espacial Hubble (HST).
    • El Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior (UARS).
    • La Plataforma de Exploradores (EP)/Explorador Ultravioleta Extremo (EUVE).
  • Antes de unirse a la sede de la NASA, Sandra Cauffaman trabajó en el Centro de Vuelo Espacial Goddard (GSFC) en diversas funciones:
    • Directora Adjunta del programa de sistemas para la serie R de Satélites Ambientales Operativos Geoestacionarios (GOES). Se trata de un programa multimillonario de satélites meteorológicos geoestacionarios operativos desarrollado en asociación con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
    • Gerente Adjunta de Proyectos para la Misión Atmósfera de Marte y Evolución Volátil (MAVEN). Ésta se lanzó el 18 de noviembre de 2013 y llegó a Marte el 21 de septiembre de 2014.
  • Subdirectora de la División de Ciencias de la Tierra desde mayo de 2016 hasta octubre de 2021.
  • Directora interina de la División de Ciencias de la Tierra desde febrero de 2019 hasta mayo de 2020.
  • Otros.

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La influencia de la ciencia ficción

¿Qué la hizo estudiar una disciplina relacionada con las ciencias?

Bueno, siempre me gustó mucho la ciencia. Yo era muy curiosa siempre. Desde que estaba chiquita nunca dejé de leer. Es más, mami dice que yo aprendí a leer solita porque quería leer. No era de estar jugando con juguetes, ni muñecas, ni nada de eso. Me gustaba mucho leer, porque me explicaba muchas cosas y cuando tenía siete años tuve la oportunidad de ver el alunizaje y eso me emocionó bastante, de ver que había hombres caminando en la Luna.

Y después, mami hizo mucho esfuerzo para comprarme unos libros de Julio Venre, donde hablaba de la Tierra, la Luna, del viaje al fondo del mar, de la isla misteriosa y libros así. Ver el submarino, el capitán Nemo, ver el vehículo que construyeron para ir a la Luna; esos libros los leí más de una vez y me seguían inspirando. 

Y después cuando estaba más vieja, verdad, que ya teníamos televisión en la casa, ver esos shows de Viaje a las Estrellas y cosas de ese tipo, todo eso. Siempre me ha gustado mucho la ciencia ficción, me ha encantado y todavía me gusta leer. Mi esposo le dice trash novels, novelas de basura. Me encanta leer fantasía de ese tipo.

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Un duro camino estudiantil

¿Cuándo decide estudiar esto?

Cuando empecé a tomar Física, empecé a tomar Matemática. Me enamoré de la Física. Honestamente eso fue cuando yo estaba en cuarto año del colegio, que empecé a llevar Física. Fundí la matemática con la Física y empecé a ver cómo la Física podía explicar nuestro mundo: por qué un edificio se sostiene, toda la mecánica que tiene que existir, por qué es que la luz se ve, por qué los bombillos producen electricidad, por qué los rayos del sol nos llegan y sentimos el calor, todas esas cosas verdad.

Empecé a leer un poquito más y me enamoré de la Física y cuando entré a la universidad quería estudiar Ingeniería Eléctrica y no pude. Ingeniería eléctrica porque, a pesar de que mi amor era la Física, allá en Costa Rica, para ser Físico, en ese momento era para ser profesor y yo, así como que pasta de profesora, maestra, no tengo tampoco.

No quería solamente dedicarme a la enseñanza. Entonces decidí irme por una de las ingenierías y Eléctrica fue la que más me gustaba y me vine por ahí. Por supuesto que no me dejaron al principio estudiar Ingeniería Eléctrica allá porque esa era carrera era de hombres, lo que pensaban.

Pasé tres años y medio en ingeniería industrial, siete semestres, y después me vine para acá [Estados Unidos]. Tuve que aprender inglés, tuve que estudiar, y pasé otros tres años y medio aquí para sacar la carrera. Eran dos años y medio para ingeniería eléctrica y me quedé un año extra para graduarme por Física.

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Una vida de sucesos asombrosos

¿Qué es lo más fascinante que Sandra Cauffman ha visto en esos 30 años?

Todo ha sido increíble, tantos descubrimientos, tantos datos de todos los satélites, tantas cosas que compartí.

Tal vez directamente de la misión MAVEN, saber que Marte tal vez en un pasado tuvo un océano tan grande como el Pacífico, que pudo haber tenido una atmósfera tan gruesa como la Tierra y que algo sucedió. No sabemos lo que sucedió, pero a raíz de eso la atmósfera se estaba escapando al espacio y ahora que tenemos la misión Perseverancia en el lago Jézero, en Marte, se le está tomando muestras de terreno, que las vamos a traer a la Tierra, tal vez haya aunque sea un fósil de bacteria. Si hubo un océano, o un lago o un río, pues puede que, aunque sea una ameba pudo haber existido y, si ese es el caso, pues saber que tal vez Marte tuvo el potencial para la vida. Va a ser increíble cuando nos enteremos si pudo haber sido posible. 

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Sandra Cauffman siempre cerca de Costa Rica

¿Qué vínculo tiene con Costa Rica en la parte profesional?

En la parte profesional, más que todo, con la Academia Nacional de Ciencias y más que todo de motivación, de llevar muchachos a pensar más allá de donde viven, de ayudar.

Recibo muchas llamadas de colegios, de universidades, que quieren charlas. La Universidad Fidélitas nombró una beca a mi nombre. Entonces, todos los años hablo con las muchachas, trato de motivarlas y de asegurarme de que estén bien. Soy mentora de muchas personas, hombres y mujeres allá. Y, por supuesto, de vez en cuando tengo unos cuantos con los que hablo muy regularmente, otros de vez en cuando, cuando necesitan ayuda, no es así tan habitualmente.

Y, en el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos estoy tratando de cambiarles el nombre: les digo que tiene que ser Colegio Federado de Profesionales de Ingeniería y Arquitectura, porque ingenieros y arquitectos suena muy machista. 

Ahora que viene el eclipse, a finales de este año, en octubre [14], estamos tratando de hacer algo la NASA, Costa Rica, y la academia, como el planetario, para ir a observar el eclipse desde allá. 

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