Actualmente, vivimos ante un panorama global debilitado, complejo y disruptivo, en donde la frustración social a causa de factores como la polarización, desinformación, inestabilidad política. También un número importante de riesgos económicos, sociales y ambientales, se hace más profunda y tiene un impacto directo sobre la sociedad en general y su desarrollo en la sostenibilidad. En la medida en que todos estos riesgos convergen, para las empresas prosperar en una era de reinvención continúa siendo una oportunidad para el alineamiento y adopción de prácticas responsables. Para que les permitan gestionar sus impactos, atender las expectativas de todos sus grupos de interés, y mantenerse vivas y prósperas.

De acuerdo con los resultados del ‘Barómetro de la Confianza de Edelman’, estudio realizado por Edelman Trust Institute, la confianza sigue dada en un 59% a las empresas y sus líderes. Considerándolas además como las más competentes y éticas frente a otros actores como el estado y/o los medios de comunicación (Edelman Trust Institute, 2024).  Esto ratifica que la confianza, se ha convertido en un importante activo para la empresa. Se corrobora a través de su capacidad para generar crecimiento y desarrollo controlando los impactos negativos que pueda generar su operación y potenciando sus impactos positivos para crear valor a largo plazo.

Sin embargo, para esto las empresas deben ser bien gobernadas y lideradas, conscientes de su rol en la sociedad. Es por esto, por lo que la gobernanza es uno de los pilares fundamentales para la sostenibilidad. Ya que, desde aquí, se establece el propósito, misión, visión y objetivos de la empresa. Además, se cimientan las bases para la toma de decisiones. De acuerdo con la ‘ISO 26000- guía de responsabilidad social’. La gobernanza es “el sistema por el cual una organización toma e implementa decisiones para lograr sus objetivos. Incluye mecanismos formales, como estructuras y procesos, y también mecanismos informales, derivados de la cultura organizacional y sus valores” (ISO, s.f.). Por lo que implementar un código de buen gobierno corporativo es imprescindible como garantía para el crecimiento sostenible de la empresa, su competitividad, reputación y transformación.

El gobierno corporativo establece una serie de normas, procedimientos y principios que regulan tanto su estructura, como los órganos de gobierno de la empresa. Para tener una gobernanza adecuada, es imperativo considerar factores como la participación de las juntas directivas, las funciones de la alta gerencia, la rendición de cuentas, transparencia, el compliance y la ética empresarial. Todos estos factores son claves para la cultura corporativa y clave para los grupos de interés de las organizaciones.

Según la encuesta ‘Board Members Latam23/24’ de Page Executive. El 48% de los miembros de juntas directivas encuestados ya priorizan temas ESG (Ambiental-Social-Gobierno en español) en sus agendas (Page Excecutive, s.f.). Así mismo, estudios sobre tendencias en reputación e intangibles como ‘Approaching The Future’ realizado por The Corporate Excellent. Resaltan el gobierno corporativo entre las 3 principales líneas de actuación empresarial (The Corporate Excellent, s.f.). Cabe destacar que la responsabilidad social y los principios de sostenibilidad están dejando de ser vistos como temas de tendencia o moda por las juntas. Esto para ser vistos como asuntos de relevancia para el negocio. Las agendas están pasando de tener de un foco tradicionalmente en los deberes fiduciarios y de rendimiento ante los accionistas, a un rol cada vez más estratégico y de largo plazo con atención en los grupos de interés.

Por ejemplo, casos públicos como los de algunas empresas que fallaron en sus niveles de Gobierno corporativo y ética han sido parte del origen de crisis financieras como la de 2008. También conocida como la Gran Recesión, en la cual estas empresas no solo tuvieron un impacto sobre sus colaboradores y clientes directos, sino que tuvieron efectos negativos en grupos de interés que en principio ni siquiera habían mapeado.

El Gobierno Corporativo en las empresas no es una novedad, pero su importancia ha ido en aumento en los últimos años. Durante el periodo de reactivación al paso de la pandemia por Covid-19, muchas organizaciones se detuvieron a revisar, actualizar o rediseñar su gobierno corporativo. Aspectos como la definición del propósito empresarial, el liderazgo responsable, el rol de las juntas directivas y la integración de la responsabilidad social. Esto como una forma de gestionar el negocio, se convirtieron en aspectos prioritarios para asegurar la resiliencia de las empresas.

En base a todo lo anterior, para la construcción de un desarrollo sostenible integral, justo y equitativo, una gobernanza sólida es la mejor oportunidad para un crecimiento real, oportunidad de generación de confianza y, por tanto, atracción de inversionistas, atracción y retención de talento, entre otros beneficios.

En este sentido, para la Red Integrarse, la gobernanza es una de las líneas estratégicas que fundamenta el trabajo de las empresas para la sostenibilidad. Las organizaciones que forman parte de esta red trabajan sobre sólidos programas de actualización y fortalecimiento de conocimientos sobre gobierno corporativo, compliance y ética.

A través de la Red Integrarse se generan diversos espacios de intercambio de metodologías comprobadas. Estas permiten el asesoramiento y orientación al sector empresarial de la región de Centroamérica y el República Dominicana. Estos intercambios han sentado las bases para la conformación de estrategias de abordaje del tema. Como lo son los cursos en línea a través de la plataforma Integra-RSE. Una plataforma de aprendizaje a disposición de las organizaciones para fomentar el aprendizaje y actualización de conocimientos sobre diversos temas. Para este en particular, les invitamos a registrarse y realizar el curso de ética empresarial y gobierno corporativo.

Accede al curso a través de este enlace: https://integra-rse.com/curso/etica-empresarial-y-gobierno-corporativo/

También, existen herramientas vinculadas al tema a disposición para el trabajo con los socios de las organizaciones que forman parte de la Red de sostenibilidad. Entre estas herramientas, destacamos la herramienta de autoevaluación GET- Diagnóstico de gestión ética. Que es un instrumento práctico y de respuesta en línea, que complementa la gestión de evaluación y promoción de una cultura de implementación del buen gobierno corporativo. También sistemas de cumplimiento y anticorrupción, basado en un comportamiento ético y cuyo uso está a disposición a nivel regional.

Al cumplirse los 15 años,  Sumarse se mantiene como la organización que impulsa la responsabilidad social empresarial y forma parte de esta Red. La cual trabaja con el sector privado panameño, desarrollando diversos espacios de capacitación como lo es el programa “Gestión ética para la competitividad”. Cuyo objetivo es sensibilizar sobre la importancia de la ética corporativa, la revisión y actualización de los procesos más importantes de gobierno corporativo y la implementación de sistemas de gestión de riesgos y antisoborno. Como piezas clave para fortalecer una cultura empresarial basada en principios éticos, como la mejor brújula hacia la excelencia y sostenibilidad.

La sostenibilidad tiene un impacto cada vez mayor y un rol fundamental en la comunicación de resultados. La responsabilidad social, cada vez es menos voluntaria u opcional. Para seguir trabajando en la construcción de un futuro compartido, es preciso mantener una visión de mejora continua y abrir el compás a la evaluación y vinculación de aspectos fundamentales como lo es el gobierno corporativo.

El gobierno corporativo es el mapa del cómo se va a dirigir una organización. Dentro de este mapa, se toman las decisiones sobre temas como cambio climático, energías renovables e inclusión. También diversidad, alianzas, divulgación de información no financiera (criterios ESG). Y muchos otros temas que las empresas deben abordar en sus estrategias de sostenibilidad.

Es por ello por lo que desde Sumarse y la Red Integrarse en su conjunto, resaltamos la importancia de una gobernanza sostenible y su adecuada implementación en el tejido empresarial.

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