La economía naranja, un concepto que engloba el dinámico universo de la cultura, la industria creativa y la producción de contenido. Es una oportunidad infinita para el desarrollo económico, cultural y creativo. Este término fue acuñado por primera vez en 2013 durante una conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se refiere a aquellas actividades que transforman el conocimiento en bienes y servicios, buscando no solo beneficios económicos, sino también el enriquecimiento de la cultura y la creatividad.
Es decir, la economía naranja son aquellas actividades innovadoras que transforman el conocimiento en un adicional a la cultura y creatividad.
La denominación “naranja” proviene de la asociación simbólica del color naranja con la cultura y la industria creativa. La economía naranja busca ir más allá del lucro. Se centra en el desarrollo y el fomento de la cultura, dando voz a sectores históricamente poco impulsados por los gobiernos.
También te puede interesar: ¿Qué es la economía azul?
Las actividades que abarca esta economía incluyen la economía cultural, las industrias creativas, el soporte a la creatividad y productos, servicios o desarrollos vinculados al ámbito cultural. Aunque se ha establecido una lista inicial, dada la naturaleza en desarrollo del término, podrían incorporarse más actividades con el tiempo.
El origen de la economía naranja se remonta a la presentación de un libro sobre la economía cultural y creativa durante la conferencia del BID. Los autores, Iván Duque y Felipe Buitrago, propusieron este concepto como una oportunidad para potenciar la cultura y la ideación en los países, especialmente en aquellos en pleno desarrollo donde la cultura es un desafío clave.
La economía naranja busca profesionalizar y potenciar la creatividad y la innovación en sectores históricamente desatendidos. Su objetivo es fomentar la transmisión de conocimientos y cultura a las generaciones futuras. Así como desarrollar planes de actuación y líneas de trabajo para abordar la escasez de cultura en algunos países. En resumen, la economía naranja aspira a extraer el potencial económico del sector cultural y creativo. Uno de los objetivos es promover las condiciones sostenibles para las organizaciones y agentes involucrados, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
