El próximo 11 de febrero marca un hito en la gestión ambiental en Guatemala. En esta fecha, entrará en vigor de manera obligatoria el Reglamento para la Gestión Integral de los Residuos y Desechos Sólidos Comunes (Acuerdo 164-2021). Esta normativa busca transformar el manejo de los desechos en el país, con reciclaje consciente. Abarcará desde hogares hasta comercios, industrias, vertederos y sistemas de recolección.
Reciclaje que cuida el agua, la prioridad principal
Otro de los objetivos centrales de esta medida es proteger los afluentes de agua. “La basura es la peor enemiga de estos recursos vitales”, afirmó. La contaminación de ríos, lagos y otras fuentes de agua por residuos sólidos ha sido una preocupación constante en el país, y este reglamento pretende revertir la situación.
Cambios en la dinámica de recolección y disposición
Tras 42 meses de vigencia parcial, el reglamento establece la separación de los residuos en categorías específicas, como orgánicos, reciclables y no reciclables, que deberán ser dispuestos adecuadamente para facilitar su manejo. Además, se requerirá que los municipios adapten sus sistemas de recolección para garantizar el cumplimiento de la normativa.
Los generadores de residuos, sean individuos, comercios o industrias, también deberán asumir responsabilidades claras en la gestión adecuada de sus desechos. El incumplimiento podría acarrear sanciones administrativas y económicas.
Un reto para los guatemaltecos
La implementación de este reglamento implica un cambio cultural significativo. Adoptar prácticas de reciclaje y separación en origen será esencial para el éxito de la iniciativa. Campañas educativas y de sensibilización ya han comenzado a desplegarse en distintas regiones del país, buscando preparar a la población para este desafío ambiental.
El Acuerdo 164-2021 no solo busca mitigar el impacto ambiental de los residuos sólidos, sino también promover un desarrollo más sostenible para Guatemala, garantizando la preservación de sus recursos hídricos para las futuras generaciones.