OPINIÓN l POR LUIS ÁLVAREZ SOTO *
El segundo trimestre del 2020 representó para las empresas en general y las mipymes en particular, un desafío en la revisión y replanteamiento de sus modelos de negocios. Evidentemente también lo fue para el emprendimiento en Centroamérica.
El Covid-19 no sólo impactó en las personas y en los sistemas de salud. También lo hizo con relevancia en los sistemas económicos y en la salud de los nuevos negocios. Llamó la atención que hubo una mejor comprensión de las características de los instrumentos que los ecosistemas tienen para impulsar el desarrollo de éstos.
La crisis pandémica nos hizo visibilizar con mayor fuerza los vacíos estructurales. También resaltó los desafíos programáticos que nuestros sistemas institucionales han venido arrastrando por años en la atención del desarrollo de los emprendedores centroamericanos más jóvenes. Pero también hizo ver las carentes condiciones diferenciadas para los emprendimientos que han avanzado en su evolución, pero que aún no logran consolidar sus modelos de negocios.
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Las necesidades del emprendimiento en Centroamérica
CELIEM realizó diferentes monitoreos en los meses de mayo y octubre 2020, así como en el 2021. Estos mostraron con claridad la necesaria atención de los ecosistemas de emprendimiento en Centroamérica en dos dimensiones.
Desde la perspectiva de los emprendimientos destaca el fortalecimiento de las capacidades emprendedoras y gerenciales de quienes les lideran. También resalta la revisión de sus modelos de negocios para adaptarlos y ajustarlos a las nuevas realidades.
Desde la institucionalidad podemos ver la facilitación de un entorno favorable para el desarrollo de los nuevos negocios. Éste debe facilitar los trámites y costos de la formalización. Además, tiene que brindar mejores condiciones de acceso a recursos financieros. De igual modo, es preciso que permita una mejor infraestuctura para la transformación digital.
Estos retos caminan en una dirección mucho más amplia al tradicional enfoque del apoyo que se brinda a los emprendedores centroamericanos desde la perspectiva de la capacitación y de los recursos financieros.
Llama la atención la necesaria y estratégica acción de los países de Centroamérica para profundizar en la formación de la cultura emprendedora. Ésta debe ocurrir a través de sistemas educativos más proactivos al desarrollo de competencias. También tiene que incluir actitudes y valores orientados a la innovación y el emprendimiento.
De igual modo, se requiere profundizar en la revisión de los requisitos, procedimientos, costos y beneficios de la formalización de las empresas. Otro tema importante es la valoración de trámites más sencillos, de costos diferenciados en la contribución de la seguridad social, y de escalas graduales según el desarrollo de los negocios para el aporte fiscal.
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El problema financiero
Al hablar de emprendimiento en Centroamérica, más que una carencia de recursos para atender las diferentes demandas de financiamiento es necesario solucionar las condiciones de acceso. De este modo se resolverá la ausencia de instrumentos utilizados para solventar las débiles garantías existentes. También combatirá el exceso de requisitos y los extensos tiempos de respuestas en las solicitudes de financiamiento.
Además, ha quedado demostrado que la transformación digital, aún con la pandemia, no es una condición resuelta en las empresas de menor tamaño. No es sólo suficiente la promoción del acceso al uso de plataformas digitales. También es recurrente y necesario revisar las condiciones de infraestructura que garanticen una adecuada conectividad.
Los retos en los ecosistemas de emprendedores en Centroamérica requieren de un giro estratégico en la visión de las políticas.
Se requiere generar reactivación económica, nuevos empleos y un nuevo tejido empresarial. Estos factores están vinculados a decisiones estratégicas que garanticen un nuevo enfoque del desarrollo productivo centroamericano.
En este sentido, la crisis pandémica ha abierto una oportunidad para responder con decisión a nuevas condiciones que faciliten el crecimiento y el desarrollo de los emprendedores centroamericanos.
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*Luis Álvarez Soto. Socio-Fundador y Director Ejecutivo del Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (CELIEM). Politólogo y Máster en Administración Pública. Especialista en políticas públicas de emprendimiento y mipymes.
