Abril llega con espectáculos astronómicos imperdible para los amantes del cielo. Durante este mes, Guatemala será testigo de tres fenómenos naturales que se podrán observar a simple vista, siempre que el clima lo permita y se elija un lugar con baja contaminación lumínica.
Luna Rosa (Microluna) – 13 de abril
El pasado domingo 13 de abril, el cielo se iluminó con la famosa Luna Rosa , la luna llena de abril. Aunque su nombre sugiere una tonalidad diferente, en realidad no cambia de color. El nombre proviene del florecimiento del musgo rosa (Phlox subulata) en América del Norte, una tradición que ha sido adoptada en diversas partes del mundo.
Este año, la Luna Rosa coincidió con el apogeo lunar, es decir, el punto más lejano entre la Tierra y la Luna, a más de 405.000 kilómetros. Este fenómeno hizo que la luna se viera un poco más pequeña, lo que la convirtió en una microluna .
Lluvia de meteoros Líridas – Pico entre el 21 y 22 de abril
Uno de los eventos más esperados del mes es la lluvia de meteoros Líridas , activa del 17 al 26 de abril. Su punto máximo será en la noche del 21 y la madrugada del 22, cuando se podrán observar hasta 20 meteoros por hora cruzando el cielo a una velocidad cercana a los 50 km por segundo.
Las Líridas son una de las lluvias de estrellas más antiguas registradas por la humanidad y su origen se encuentra en los restos del cometa Thatcher. Para disfrutarla, se recomienda alejarse de la ciudad, buscar cielos despejados y tener paciencia durante la observación.
Día sin sombra – 30 de abril
Cerrando el mes, el 30 de abril se vivirá el llamado Día sin sombra , un fenómeno astronómico que ocurre cuando el Sol se posiciona exactamente en el cenit, es decir, justo encima de nuestras cabezas. Esto provoca que los objetos verticales no proyecten sombra al mediodía.
Este evento es exclusivo de las regiones cercanas al ecuador y se presenta dos veces al año. En Guatemala, es una oportunidad única para reflexionar sobre la precisión y belleza de los movimientos astronómicos.
Estos eventos no solo ofrecen un espectáculo visual, sino también una oportunidad para reconectar con la naturaleza, observar con detenimiento nuestro entorno y maravillarnos ante la inmensidad del universo.