En un mundo cada vez más consciente del cambio climático, la descarbonización se ha convertido en una meta clave para la sostenibilidad urbana. Sin embargo, el 40% de las emisiones globales de CO² están relacionadas con la energía requerida por los edificios. Además, gran parte de los esfuerzos ecológicos suelen centrarse en los edificios nuevos, diseñados desde cero con tecnologías verdes. Esto deja de lado a los edificios antiguos, que representan una parte significativa del parque inmobiliario mundial y, por tanto, una gran fuente de emisiones de carbono.
Factores adicionales como el regreso de miles de trabajadores a la presencialidad y el aumento de la temperatura debido al calentamiento global hacen que los requerimientos básicos para una mayor productividad de los colaboradores en las oficinas, como una temperatura agradable, sean fundamentales, pero deben ir de la mano con el ahorro energético. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a medida que la población y el crecimiento económico aumenten, se prevé que la demanda de electricidad aumente un promedio anual de 2.3% de 2022 a 2050.
Asimismo, la utilización de equipos electromecánicos poco eficientes u obsoletos pueden aumentar tanto la huella de carbono como los gastos de las compañías. Lady Campos, directora de Desarrollo de Negocios de Schneider Electric explicó: “El uso de dispositivos como sistemas de aire acondicionado antiguos o que ya superaron su tiempo de vida útil, pero continúan operando, ocasionan una reducción de eficiencia, eleva los costos y puede generar gran cantidad de emisiones. Sumado a ello, la falta de dispositivos de medición en general, dificultan la determinación de cuánto y cómo se puede mejorar el rendimiento del inmueble”.
¿Pueden los inmuebles antiguos sumarse a la tendencia de descarbonización?
Existe una percepción errónea de que intervenir en edificios ya construidos para volverlos sostenibles implica alterar su valor arquitectónico. Hoy en día existen soluciones respetuosas que permiten mantener la estética original mientras se modernizan los sistemas internos. Los edificios ya existentes pueden ser más inteligentes, más digitales, brindar una experiencia más interactiva y funcionar con base en energía neta cero, para así disminuir las emisiones de carbono que generan. Una de las estrategias de disminución de consumo eléctrico más viable y de resultados comprobables es la implementación de un sistema de gestión de edificios (Building Management System).
Un BMS no solo permitirá realizar un monitoreo y control de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), sino que contribuye a que estos sistemas sean más eficientes, precisos y confiables. La función del BMS, entre muchas otras, es enviar las instrucciones recibidas a través de sensores para encender los equipos, apagarlos o modular su operación, dependiendo de las necesidades del edificio. También, pueden interpretar puntos de datos críticos, enviando respuestas en tiempo real sobre los cambios en el entorno físico y de esta manera obtener datos precisos y necesarios para analizar los procesos.
“El cuerpo humano y sus sentidos es una analogía muy acertada con el sistema BMS ya que la vista, el oído, el olfato, el gusto y tacto son esos sensores que envían la información al cerebro para analizar, tomar decisiones y actuar. Esto ocurre de igual forma en el BMS, los sensores envían las señales a un controlador maestro o cerebro y, con base a esa información, genera acciones. Por ejemplo, en el caso del aire acondicionado controla desde el encendido y apagado del sistema, el monitoreo de la temperatura, hasta el análisis de priorización de zonas para suministrar en mayor o menor medida el aire en cada sitio según su criticidad”, comentó Campos.
Al proporcionar una alerta temprana de variables críticas, los sensores hacen que el inmueble sea más seguro y eficiente en la resolución rápida de problemas. Asimismo, el BMS de Schneider Electric posee beneficios como ciberseguridad a la vanguardia, que permite sistemas reforzados y sólidos, menos vulnerables a los ataques cibernéticos; compatibilidad con nuevas aplicaciones, escalabilidad, capacidad de gestión en la nube y servicios digitales basados en inteligencia artificial.
Normativas actuales para edificios sostenibles
Las regulaciones y políticas de consumo de energía son otro aspecto fundamental porque promueven un uso más eficiente y responsable de los recursos energéticos, lo que ayuda a reducir las emisiones contaminantes y mitigar el cambio climático. Además, en el caso de los inmuebles existentes, fomentan el uso de tecnologías sostenibles que vayan de la mano con la construcción actual, propicien ahorros y reduzcan la huella de carbono.
En Latinoamérica, una construcción se considera sostenible cuando cumple con el marco normativo local, como lo requerido en la taxonomía verde, en la que se incluyen estándares internacionales como la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). La certificación LEED para Operación y Mantenimiento (O+M) identifica áreas de oportunidad en la operación y el mantenimiento de edificios existentes y para implementar mejoras que generen ahorros en energía, agua, mejora en la calidad del aire y reducción del impacto ambiental, evitando así la necesidad de demoler y construir un edificio nuevo.
Por otro lado, la norma ISO 50001 ayuda a las organizaciones a implantar una política energética, a gestionar adecuadamente los aspectos energéticos derivados de su actividad y proporciona herramientas para identificar las actividades que son una fuga energética y económica, además de un plan de medidas para minimizar los consumos energéticos de sus propias instalaciones y sistemas de forma integrada, maximizando al mismo tiempo la eficiencia energética de las mismas.
“Schneider Electric está comprometido con la descarbonización de la mano con la electrificación y digitalización como motores para este objetivo y así fomentar inmuebles sostenibles. Los edificios, ya sean nuevos o antiguos, tienen que ser sostenibles, resilientes, hipereficientes y centrados en personas, por ende, deben contar con una infraestructura digital adecuada y actual que permita convertirlos en inteligente”, concluyó la directora de Desarrollo de Negocios de Schneider Electric.
También puedes leer: Progreso lidera la innovación en construcción con la estructura impresa en 3D más grande de Latinoamérica