Elise Stefanik, una ferviente partidaria de Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, en la Cámara de Representantes, se perfila como candidata a embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (ONU). Stefanik, congresista por Nueva York, es considerada por el equipo de transición de Trump para ocupar este importante puesto diplomático. Esto pertenece a la estrategia del presidente electo de asignar cargos y perfilar a los expertos.
Stefanik ha criticado en varias ocasiones a la ONU por, según ella, mostrar actitudes antisemitas, y recientemente pidió una “reevaluación total” de la financiación estadounidense al organismo, en respuesta a las acciones de la Autoridad Palestina que buscan excluir a Israel de la ONU. en el contexto del conflicto en Medio Oriente.
Además de sus fuertes críticas a la ONU, Stefanik defiende fervientemente a Trump en el ámbito nacional. Destaca desde el primer juicio político contra el expresidente en 2019 y rechaza la certificación de las elecciones de 2020 tras los disturbios del 6 de enero. También ha cuestionado duramente a los líderes universitarios por su gestión de las manifestaciones en los campus relacionados con el conflicto entre Israel y Gaza. Esto contribuyó a la renuncia de los presidentes de Harvard y de la Universidad de Pensilvania.
En la ONU, se espera que Trump adopte una postura más confrontativa. Recortaría financiamiento y consideraría salidas de organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Pacto Mundial de la ONU sobre Migración. Diplomáticos extranjeros anticipan que el próximo embajador de Trump representará un enfoque más agresivo.
Este puesto podría consolidar a Stefanik como una figura ascendente en el Partido Republicano. Sigue el camino de otros embajadores que han alcanzado altos cargos en la política estadounidense. Sin embargo, de confirmarse su nombramiento, esto implicaría una elección especial en su distrito de Nueva York. Este es un área tradicionalmente republicana, aunque el control de la Cámara de Representantes sigue en disputa.
