Elizabeth Holmes, la fundadora de Theranos, conocida como “la nueva Steve Jobs” de Silicon Valley, se encuentra tras las rejas después de ser condenada a 11 años por fraude electrónico y conspiración contra inversores. Su exsocio Sunny Balwani también cumple una condena de 13 años. Ambos enfrentan además el pago de 452 millones de dólares a los inversores engañados por su empresa de análisis sanguíneo.
Elizabeth Holmes, de 39 años, finalmente se entregó en la prisión federal para mujeres FPC Bryan, en Texas, después de una prolongada batalla legal. En noviembre de 2022, recibió la sentencia, pero su llegada a prisión fue reciente. Apeló buscando mantenerse en libertad bajo fianza, alegando preguntas sustanciales y la necesidad de cuidar a sus hijos, argumentos que no prosperaron.
La caída de Holmes contrasta con su ascenso anterior
La joven empresaria, elogiada como la “nueva Steve Jobs”, tenía la perspectiva de convertirse en la multimillonaria más joven del mundo. Desde su salida de la Universidad de Stanford, fundó Theranos, recaudando millones de dólares de inversores destacados. Sin embargo, en 2018, la empresa colapsó cuando se descubrió que habían mentido sobre la tecnología de análisis de sangre, que prometía realizar múltiples pruebas con unas pocas gotas de muestra.
La estafa afectó a inversionistas como Eileen Lepera, quien expresó su satisfacción con la condena de 11 años para Holmes. Lepera, víctima de la arrogancia de la empresaria, perdió parte de sus ahorros al invertir en Theranos. También subrayó la falta de asunción de responsabilidad por parte de Elizabeth Holmes.
La historia de Holmes, desde las portadas de Forbes hasta la cárcel, refleja un ascenso y una caída notables en el mundo empresarial. La “estafadora de la sangre”, como se la conoce, pasará los próximos años cumpliendo su condena. Esto marca el fin de una era para una figura que alguna vez se comparó con el icónico Steve Jobs.
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