POR URIEL NAUM AVILA
IberoNews.- Las Nenis entregan sus productos en puntos estratégicos de las ciudades. Las más sofisticadas, tienen alianzas con empresas de mensajería. Playeras, botas, cosméticos, artesanías, comida y accesorios, son tan sólo algunos de los productos que comercializan.
Son mujeres que venden y emprenden por internet, en particular en redes sociales como Facebook, Instagram o Whatsapp. Pocas tienen una página web y su “marketing” se da más de ‘boca en boca’.
“Se caracterizan por ser resilientes y son capaces de aprovechar los recursos a su alcance, usar su creatividad”, apunta Carlos Aguilar, director de Marketing en Tala, empresa de tecnología móvil y ciencia de datos orientada a los servicios financieros en mercados emergentes.
Estas emprendedoras ya existían antes de la pandemia. Son, para algunos, la evolución de las madres o abuelas que antes vendieron Tupperware o zapatos por catálogo desde casa. Sólo que hoy operan en un nuevo contexto donde impera el desempleo, una pandemia global y un entorno digital.
Muchas de ellas son parte del ‘ejercito’ de mujeres que perdieron su empleo en 2020 en América Latina a causa de la pandemia (según cifras de la Organización Mundial del Trabajo, suman más de 13 millones las afectadas).
Su poder económico
En América Latina se calcula que podría haber más de 20 millones de Nenis. Colombia, Panamá, Argentina, Costa Rica, Guatemala y México, serían de los países donde más presencia tienen.
Tan sólo en este último, se estima que hay 5.5 millones de microemprendedoras que apoyan directa o indirectamente a 13 millones de hogares y aportan 9.5 millones de pesos mexicanos diarios, de acuerdo con el estudio “La nueva cara del emprendimiento”, presentado por Tala, Metrics y Estafeta en 2021.
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“Más que impactar los mercados tradicionales, las Nenis aprovecharon el momento de crisis, así como las nuevas dinámicas sociales por el aislamiento que generó la pandemia”, apunta el ejecutivo de Tala.
Y es que muchas de ellas comenzaron a vender por internet a raíz del desempleo o la necesidad de completar el ingreso familiar, ante el crecimiento constante de precios de la canasta básica en la región.
En el camino, han ido descubriendo los canales más rentables de venta para sus productos, la mayoría de ellos informales (82% opera en el sector informal en países como México).
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Tipología de las Nenis
La consultora Puntoencomún cataloga a las Nenis en cuatro segmentos: nostálgicas, resignadas, optimistas y guerreras. Cada segmento requiere un mensaje diferente, aseguran los especialistas.
Las nostálgicas representan el 7%. Este segmento es poco afín a la transformación digital y prefiere regresar a las condiciones pre-pandemia.
Las resignadas son Nenis por necesidad. Muestran poco entusiasmo por evolucionar y no creen mucho en su potencial. Representan el 30%.
Las optimistas expresan interés por crecer y en comercializar nuevos productos. No tienen mucho interés en nuevas herramientas y conocimientos. Son alrededor del 40%.
Las guerreras son positivas, pero a diferencia de las optimistas, ellas buscan nuevos conocimientos y están abiertas a integrarse al mundo digital. Este segmento representa el 23%.
“No necesariamente son todas jóvenes, ya que la mayoría tiene entre 30 y 50 años. Un dato revelador es que 90% de las Nenis planea su financiamiento para comprar inventario o pagar a proveedores”, comenta Carlos Aguilar, de Tala.
Lo que les ocupa y preocupa a las Nenis
Estudios recientes de Talaneando y Puntoencomún dejan ver que los temas que les generan interés o incertidumbre son variados, y es justo en este tipo de capacitación donde ambos proyectos trabajan.
Por ejemplo, entre las habilidades que desean adquirir las Nenis en este 2022, el 44% tiene que ver con técnicas del negocio, mientras que el 28% con marketing y promoción. Existe un 16% que desea hacerse de habilidades logísticas y un 25% usar medios de pago.
Las investigaciones también dejan ver que entre sus intereses está el poder incrementar sus ingresos (69%); promover más sus productos (44%); cobrar a clientes (33%); tener acceso a crédito (26%), y mejorar la seguridad de sus procesos (9%).
“Tanto en su proceso de venta en línea como cuando entregan productos, un gran reto para ellas es la seguridad. Al vender por Internet pueden recibir ofertas o vender a personas desconocidas. La seguridad es un reto y un tema relevante en el contexto actual que vivimos”, concluye el director de Marketing de Tala.
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