POR KARINA GONZÁLEZ FAUERMAN
IberoNews.- El financiamiento de Estados Unidos a Centroamérica en materia de infraestructura debe buscar la reducción de los costos de producción, asegura Sergio Mandujano Espinoza, presidente de la Cámara Salvadoreña Mexicana de Comercio (CASALMEX).
Desde su punto de vista, también tienen que facilitar el transporte y las comunicaciones. De igual modo es necesario que favorezcan la obtención de energía.
“Lo más importante y estratégico del financiamiento de Estados Unidos a Centroamérica es que se desarrollen fuentes de empleo permanentes a consecuencia de los proyectos de infraestructura. El gasto en infraestructura siempre ayuda a generar empleo”, agrega.
Opina que también es preciso estimular otras actividades necesarias para la generación de bienes y servicios.
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Agrega que Centroamérica es una región en desarrollo con una posición geopolítica estratégica en todos los aspectos.
“A América del Norte le interesa y le conviene acelerar el desarrollo de la infraestructura de los países que conforman Centroamérica. Desde hace varias décadas se espera que la capacidad productiva de esta región sea mayor de tal manera que sus habitantes dejen de emigrar, lo cual no ha sucedido”, explica.
En este sentido, el financiamiento de Estados Unidos a Centroamérica en proyectos de infraestructura no es algo nuevo. Kamala Harris, vicepresidenta del país norteamericano anunció en 2021 una inversión de 1,200 millones de dólares (mdd). Indicó que estos recursos provendrían de compañías internacionales. Además, buscarían combatir la migración, respaldar las economías y la infraestructura social de los países centroamericanos.
Otro caso es el de FOMILENIO II. Se trata de un programa de la Corporación Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés) para promover el crecimiento en El Salvador. El proyecto fue financiado con 277 mdd de los Estados Unidos. También tuvo una contrapartida de 88.2 mdd del gobierno de El Salvador. Esto sumó un total de 365.2 millones para ejecutarse entre 2015 y 2020.
Mandujano Espinoza considera que el apoyo a programas sociales temporales no ha logrado reducir la migración ocasionada por la pandemia, la corrupción, la violencia y la pobreza.
“Siempre y cuando los proyectos de infraestructura incluyan a las comunidades rurales, la migración podría disminuir de manera significativa”, añadió el también fundador y tesorero de la Unión de Cámaras Binacionales de Comercio Industria e Inversiones Mexicanas en Centroamérica (Ucabicimex).
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Desde el punto de vista de Mandujano Espinoza, los países que integran el Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) requieren mayor desarrollo económico. Esto les permitirá crear fuentes de empleo que frenen la migración y disminuyan la violencia en la región.
Asegura que es fundamental la creación de clusters regionales que impliquen la contratación de personal local. Pero también deberán ir acompañados de construcción y desarrollo de escuelas, hospitales, carreteras, energía limpia y telecomunicaciones.
“Los proyectos de infraestructura deben beneficiar en forma integral a los países, a su población y a sus comunidades. Para asegurar su viabilidad y factibilidad, tienen especial importancia losAsocios Públicos Privados. Éstas son una alternativa a la obra pública, en la medida que permiten que participe la inversión privada en proyectos de infraestructura pública”, cita.
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