COMUNICADO.- El Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (CELIEM), presentó el informe del I Monitor del 2022 sobre Empresariedad Femenina en la Región Centroamericana, un estudio que recopiló la opinión de 630 mujeres emprendedoras y pequeñas empresarias de Centroamerica y República Dominicana, con el fin de dar a conocer el estado actual de la condición de las mujeres en la gestión empresarial de las mipymes de la región, reflejando que la economía familiar y las labores del hogar son aspectos que deben sobrellevar considerablemente las mujeres en su proceso empresarial.
Este Monitor, además de caracterizar el estado actual de gestión empresarial de las mipymes, determinó los factores motivacionales y estructurales que intervinieron para la puesta en marcha de estos negocios; asimismo, identificó las políticas empresariales implementadas para la diversidad de género en las mipymes de estos paises.
“Este I Monitor nos permite reflejar la importancia que reviste la especialización y sensibilidad de género en los procesos de acompañamiento, instrumentos financieros y programas de apoyo que comprendan la realidad y características de las mujeres emprendedoras para lograr efectividad en el empoderamiento de las mujeres en el liderazgo empresarial, así como un mayor y mejor crecimiento de las iniciativas emprendedoras que ellas impulsan. Pudimos constatar que aún con las particularidades que tiene la región, no existen diferencias sustanciales en los ecosistemas de los países y tenemos los mismos desafíos y tareas pendientes aún y cuando se hayan impulsado más o menos programas orientados a la empresariedad femenina”, destacó Luis Álvarez Soto, Director Ejecutivo de CELIEM.
Los hallazgos mostraron que la orientación emprendedora de las mujeres de la región está delimitada por su aspiración de mayores oportunidades de ingresos en donde el peso del cuido y la responsabilidad familiar representan un factor determinante para su crecimiento empresarial, reflejándose en que la principal motivación que tuvieron las consultadas para iniciar su empresa fue la generación de ingresos (45%) y la satisfacción personal (32%) destinando mayoritariamente sus ingresos a la economía familiar (un 24% destina la totalidad de ingresos para gastos del hogar, y un 33% utiliza el 50% para ese rubro).
Las consultadas indicaron que las limitaciones principales que enfrentan las mujeres en su decisión de emprender se basan en la recarga de las responsabilidades de la vida familiar (33%), y el miedo a fracasar (31%). Además, los altos costos de la formalización (45%), y la dificultad para el acceso al crédito (42%) son los principales obstáculos que poseen. A nivel de mercados, un 6% de las encuestadas indicó tener presencia únicamente en el mercado internacional, y un 24% en ambos mercados.
Cabe destacar que el 63% dedican un tiempo completo al emprendimiento, y el 87% las mujeres emprendedoras de la región han tenido una experiencia laboral formal o informal.
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Condiciones para las emprendedoras y uso de tecnologías
El análisis mostró que la región presenta un ecosistema con importantes tareas pendientes para garantizar condiciones de igualdad que permitan el crecimiento de las mujeres empresarias, pese a que el 63% consideran que tienen un entorno favorable para el desarrollo de sus emprendimientos, existen vacíos que se ven re-
flejados en aspectos como los trámites de tipo legal y administrativo, los cuales constituyen algunos de los principales obstáculos para el impulso de sus emprendimientos, coincidiendo con los principales resultados mostrados en el III Monitor del año 2021 en el que se indicaron estos como parte de los principales factores que afectan la formalidad de las mipymes.
De acuerdo con las encuestadas, el financiamiento es otros de los elementos que afecta las condiciones para emprender en las mujeres de la región, el 52% de ellas expresó que no existen condiciones de igualdad en el acceso al financiamiento, y más del 60% financian sus actividades empresariales con recursos propios.
Este monitoreo también reflejó que el acceso a internet por medio de teléfonos móviles (83%), y la utilización de redes sociales como Facebook (75%) e Instagram (66%), constituyen los instrumentos tecnológicos principales utilizados por las mujeres empresarias de la región.
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Participación femenina en las mipymes
El estudio evidenció que, al analizar el nivel de involucramiento femenino, existen retos relevantes en lograr incrementar el liderazgo, participación y empoderamiento de las mujeres en el sector empresarial; por ejemplo, al igual que se ha reportado en monitores anteriores realizados por CELIEM, las mipymes de mujeres cuentan mayoritariamente con participación femenina en su fuerza laboral.
Un 63% de las encuestadas mencionaron que entre un 40 al 100% de los cargos administrativos en sus empresas son ocupados por mujeres, mientras que solo 15% recurre a contratación femenina para ejecutar las tareas técnicas que se desarrollan en las empresas.
A nivel de cargos directivos, aun cuando un 64% de las mujeres indicaron ser propietarias de sus empresas, solamente el 53% de ellas ocupan la presidencia de la Junta Directiva de su negocio.
Otro hallazgo relevante a nivel de liderazgo es que aproximadamente el 40% de las mipymes lideradas por mujeres no tiene participación en organizaciones empresariales como cámaras o asociaciones.
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Equidad de género en las mipymes
Según este análisis, más del 90% de las mipymes han impulsado mecanismos de buenas prácticas para lograr la equidad de género. Sobresale que el compromiso de la empresa por lograr este elemento entre sus colaboradores (78%) ha constituido la principal motivación para implementar estos procesos y visibilizar sus beneficios en el desarrollo y crecimiento de su organización.
De acuerdo con los hallazgos, los principales instrumentos utilizados por las empresarias al momento de aplicar buenas prácticas son el impulso de un ambiente de trabajo de respeto mutuo entre hombres y mujeres (53%), lograr igualdad de oportunidades en el acceso a la formación y
capacitación (47%), la búsqueda de la igualdad salarial, y el acceso a puestos de decisión (ambos con 46%).
Entre los beneficios que identificaron las mujeres empresarias en el momento de implementar estas buenas prácticas prevalece la mejora en el clima laboral de la organización un equilibrio entre el trabajo y la vida privada, y un mayor compromiso de las personas trabajadoras con la empresa (ambos con 35%).
Desde CELIEM consideramos que estos resultados evidencian los retos que aún poseen la mayoría de las emprendedoras y pequeñas empresarias de la región en áreas como liderazgo, finanzas, uso de recursos tecnológicos, expansión de mercados e involucramiento en rangos gerenciales; por lo que existen oportunidades para el ecosistema de crear mecanismos que minimicen estos rezagos y se incremente el aporte del potencial de la empresariedad femenina al desarrollo socioeconómico de estos países a través de políticas acertadas que den mayores réditos a este sector, pero especialmente, que motiven a más mujeres que emprender sus negocios de manera efectiva.
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