OPINIÓN / ALEXANDRA KISSLING *
IberoNews.- ¿Debe una empresa esperar a que haya cambios en la demanda por sus productos y servicios antes de ella misma reaccionar, o puede tener una acción proactiva que impulse transformaciones sobre la oferta de lo que produce y sobre la demanda de sus consumidores? Con esta pregunta traigo a discusión si las empresas debemos aguardar a que las personas usuarias nos demanden cambios para responder a las necesidades y condiciones actuales del planeta, entre las que está adaptarnos al cambio climático, o si debemos impulsar y acelerar, como líderes conscientes desde nuestros propios modelos de negocio, cambios que impulsen el consumo sostenible.
La opción que yo defiendo es la segunda. Estamos contra tiempo y la tierra, los mares y ecosistemas nos demandan una acción diferente que incluso puede implicar cambios profundos en el modo en que producimos, vendemos y nos hacemos responsables de los residuos de nuestros productos.
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Los líderes conscientes en la realidad
Pero, ¿es ésta una opción realista o estamos hablando de utopías imprácticas ante las realidades del mercado? Quiero pensar que no hay nada más práctico que una visión de cambio combinada con una estrategia concreta de transformaciones.
Este es el caso de la empresa estadounidense Whole Foods Market, una tienda de comestibles que cuenta con más de 500 tiendas en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Hace unas semanas presentó su reporte de sostenibilidad, que documenta el trabajo para hacer realidad su visión de convertirse en una fuerza del bien en el sistema alimentario mundial. Destaca las acciones concretas para “combatir el desperdicio de alimentos, reducir la huella de carbono, obtener productos de manera consciente y apoyar el crecimiento y el bienestar de los miembros del equipo”.
El caso Whole Foods
Whole Foods trabaja para impulsar el cambio junto con sus clientes, proveedores y personas colaboradoras. Es el primer supermercado certificado orgánico en Estados Unidos y es, además, un excelente negocio. El informe 2022 detalla que ese año incorporó más de 2300 nuevos productos orgánicos para llegar a ofrecer un total de 37.000.
Un dato relevante: la empresa sacó de los vertederos más del 72% de desechos que se producen en las tiendas; casi la totalidad de las tiendas facilitan el reciclaje y una buena parte tienen programas de compostaje. Además, realiza una labor filantrópica basada en su labor esencial: la alimentación.
Desde su fundador, John Mackey, hasta su CEO y demás personas del equipo ejecutivo, se autodefinen como líderes conscientes. Su director ejecutivo, Jason Buechel, ha dicho: “A medida que crecemos, seguimos elevando el nivel de nuestro compromiso con la sostenibilidad y encontrando soluciones beneficiosas para todos con todos nuestros socios, desde nuestros proveedores hasta el medio ambiente y las comunidades a las que servimos”.
Uso el caso de Whole Foods Market para plantear que Costa Rica puede aprender de una experiencia como ésta. Que no hablamos de utopías, sino de realidades, de una necesidad y una responsabilidad. Ya tenemos en Costa Rica personas al frente de empresas que tienen esta visión, pero necesitamos más líderes empresariales conscientes.
Algunas personas que me leen creen que las y los clientes van a presionar por el cambio. Yo también lo creo, pero pienso, además, que no podemos esperar a que ello ocurra, sino que, como lo demuestra Whole Foods, debemos y podemos anticiparnos, incluso promoverlo.
*Alexandra Kissling es Presidenta de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED).
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