POR HUGO IVÁN DOMÍNGUEZ
La transformación digital en América Latina avanza a dos velocidades. Mientras que la adopción de tecnologías de Industria 4.0 se rezaga, las relacionadas con comercio electrónico viven un auge.
Así lo atestigua Jair Pérez Bazaldúa, consultor en proyectos de implementación tecnológica. Este experto ha trabajado con empresas de Colombia, Perú, Panamá, República Dominicana y México, entre otras de la región.
Desde su punto de vista, un proyecto de transformación digital se divide en dos pilares. Por un lado, está el comercial —retail, comercio electrónico y logística—. Y por el otro el operativo, que tiene que ver con tecnologías para reducir costos en procesos de producción, como son las de Industria 4.0.
El primero acapara reflectores. El segundo es menos glamuroso. Y, en general, los empresarios tienen poco entendimiento respecto a los casos de uso y el Retorno de Inversión que pueden tener al implementarlos. De acuerdo con Jair Pérez, sólo México y Brasil tienen excepciones en la región.
¿Qué los hace especiales? La base manufacturera que tienen, con altos niveles de automatización y un entendimiento más claro respecto a los casos de uso que las empresas pueden implementar. En México, la manufactura representa 17% del Producto Interno Bruto (PIB) y en Brasil tiene el 9.7%, de acuerdo con datos de Statista.
Por esta razón, dice, las empresas han apostado fuerte a tecnologías como el internet de las cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial aplicadas en procesos de manufactura. “México es punta de lanza en industria 4.0 y le sigue Brasil, pero no hay mucho más [en Industria 4.0]”, agrega el consultor.
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El dilema de la transformación digital en América Latina
El hecho de que la mayoría de los proyectos de transformación digital en América Latina apunten a áreas comerciales responde a la necesidad que tienen las empresas de vender más. Por ello implementan tecnologías que buscan reforzar sus plataformas de comercio electrónico y mejorar la experiencia de los clientes.
“En la agenda de cualquier CEO primero está la necesidad de vender más. Por eso hay un auge de CRMs, de plataformas de comercio electrónico y estrategias de transformación digital en temas de omnicanalidad. Cuando ya se tiene esto, entonces viene la parte de Industria 4.0, que tiene que ver con reducir costos al interior, optimizar la producción, etcétera”, agrega Jair Pérez.
Esto se refleja en el tipo de emprendimientos que están teniendo auge en la región. De acuerdo con CB Insights, los principales unicornios —empresas valuadas en más de 1,000 millones de dólares— de América Latina corresponden a comercio electrónico, plataformas de entrega de alimentos, servicios móviles, transporte, logística y fintech, principalmente. Pero las cosas son distintas con la Industria 4.0.
“Hay pocos emprendimientos que tienen que ver con IoT e Inteligencia Artificial para manufactura, porque es un reflejo de la poca demanda”, agrega el consultor.
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Lo que puede cambiar el rumbo de la Industria 4.0 en América Latina
La pandemia del Covid-19 ha acelerado la adopción de algunas tecnologías digitales en las empresas. De hecho, a nivel administrativo han aprendido a trabajar de forma remota para garantizar la continuidad del negocio.
En este escenario, las tecnologías emergentes de Industria 4.0 tienen un área de oportunidad.
“Piensa en esto: en países de bajo costo, como sucede en América Latina, automatizar y digitalizar suele ser muy caro si lo comparas con los sueldos que ganan los obreros”, comenta el director de Supply Chain de una firma de bebidas que prefiere no ser citado. Y cuestiona: “Pero ¿si surge un brote de Covid y te quedas sin personal? Tiene sentido meter robots para cubrir esa demanda temporal”.
Jair Pérez es un poco más reservado con esta idea: “Suena muy bien un modelo de robots as a service —sólo bajo demanda—“.
Pero cree que en la práctica es mucho más complejo, pues requiere meter celdas en las fábricas, flexibilizar demasiado la producción. “No sé si una empresa esté lista para un modelo así”.
En conclusión, al hablar de empresas, la transformación digital en América Latina ya empezó y es cuestión de tiempo para que siga con la Industria 4.0.
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