Por Elaine Miranda
La palabra “inversión” suele intimidar. A muchos les suena a Wall Street, a trajes caros, a “eso no es para mí”. Pero esa percepción es parte del problema. Porque mientras creemos que invertir es solo para ricos, seguimos atrapados en el ciclo de trabajar, gastar, repetir.
La buena noticia: hoy invertir está más al alcance que nunca y no necesitás miles de dólares, ni un MBA en finanzas. Lo que sí necesitás es información clara, una meta y el valor de dar el primer paso, aunque sea con poquito.
La no tan buena: está más confuso que nunca también. Cripto, fintechs, fondos, bienes raíces… ¿por dónde empezás?
1. Antes de invertir, aterrizá tu punto de partida
Invertir sin orden financiero es como sembrar en tierra seca. Antes de pensar en multiplicar dinero, asegurate de:
- Haber pagado tus deudas con intereses altos.
- Tener un fondo de emergencia armado (3 a 6 meses de gastos de subsistencia).
- Tener claro tu objetivo: ¿estás invirtiendo para dentro de 1 año o de 10?
No es que necesitás estar “perfecto” para empezar, pero sí con una base sólida. Sino, lo más probable es que termines retirando tu inversión antes de tiempo… y perdiendo plata.
2. Invertí según tu perfil y tus metas (no el de tu primo)
La peor inversión es la que hacés solo porque alguien más lo hizo. Tu perfil importa. ¿Te da pánico ver que tu dinero baja hoy aunque suba en 2 años? Entonces buscá opciones de bajo riesgo. Algunas rutas posibles:
- Certificados de depósito o fondos de inversión: ideales para quienes quieren bajo riesgo.
- Bienes raíces: con más capital, pero estables a largo plazo.
- Negocios pequeños o emprendimientos: donde podés ser tu propia inversión.
- Instrumentos bursátiles o fintechs: cada vez más amigables y con montos mínimos.
La clave: entendé en qué estás metiendo tu dinero. Invertí solo en lo que podrías explicarle a otra persona con tus propias palabras.
3. Empezá con poco, pero empezá
Esperar a tener miles de dólares para invertir es como esperar a tener un cuerpo fit para ir al gimnasio. Empezá con lo que tenés. Muchas plataformas hoy permiten invertir desde $10, $50 o $100.
La inversión no se trata de tener mucho dinero, sino de tener visión y constancia. Es mejor invertir $20 mensuales de forma disciplinada, que quedarte esperando la “gran oportunidad”.
4. Educate antes de invertir… y seguí aprendiendo
No firmés nada que no entendás. El 90% de las malas experiencias con inversiones viene de no saber en qué te metiste. Hoy hay cursos, libros, podcasts y contenido de calidad gratuito y accesible. Elegí aprender antes de entrar… y seguí aprendiendo una vez que ya estés adentro.
Invertir no es solo para millonarios. Es para vos, si estás cansado de sobrevivir mes a mes y querés construir un futuro con intención. No tenés que saberlo todo, ni hacerlo perfecto. Solo tenés que empezar. Con información, con estrategia… y con coraje.
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Elaine Miranda es experta en finanzas personales, autora del libro Mujeres y Finanzas y fundadora de Plata con Plática, la plataforma de educación financiera más leída de Nicaragua y pionera en Centroamérica. Ha impartido más de 1,500 conferencias en empresas de toda la región y ha sido reconocida por FORBES y Estrategia & Negocios como una de las mujeres más influyentes del istmo. Su misión es ayudar a las personas a tomar control de su dinero con herramientas prácticas, empatía y sin excusas.

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