POR FRANK ÁVILA
IberoNews.- El agua es uno de los principales recursos vitales para la humanidad y el desarrollo de las poblaciones. Cuando es controlado su uso, contabilización, tratamiento y circulación es un recurso renovable y que debe ser administrado en beneficio de todos.
Sin embargo, de no hacerse una gestión eficiente del agua, se incrementará la crisis de suministro de este recurso de tal manera, que para el 2025 hasta dos tercios de la población mundial presentarán escasez de agua grave o moderada.
De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en esta región hasta 81 millones de personas estarán padeciendo consecuencias del estrés hídrico a lo largo de la década del 2020 y hasta 178 millones alrededor del año 2050. En Latinoamérica los países con mayor estrés hídrico son Chile, México, Brasil y Argentina.
Entendemos por estrés hídrico el uso de una mayor cantidad de agua dulce que la que se repone en el ciclo natural cada año. Las causas son variadas, resaltando el cambio climático, el crecimiento de la población mundial de manera significativa en los últimos 20 años, el aumento de industrias, de la producción de alimentos y los cambios artificiales geográficos provocados por el ser humano.
Serias consecuencias
Los efectos por la carencia de agua en una región son significativos:
- Disminución en el suministro de agua potable disponible para consumo humano, causando problemáticas serias tanto en las ciudades como en las regiones rurales.
- Conflictos armados por el control, regulación y suministro de mantos acuíferos compartidos por países diversos.
- Condiciones de hambruna, ya que la ganadería y agricultura se verán seriamente afectadas causando escasez de alimentos.
- Desequilibrio en la biodiversidad a causa de la desaparición de flora y fauna tanto terrestre como marina que requieren del vital líquido para su subsistencia y reproducción.
- Mayor pobreza en las zonas geográficas agrícolas por la baja producción.
- Aumento de zonas áridas e inhabitables.
- Desastres naturales asociados con eventos hidrometeorológicos extremos como inundaciones y sequías
- Contaminación de agua, por lo que cada año fallecen más de cinco millones de personas a causa de enfermedades de transmisión por vía del agua (GWP 2016).
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Los retos en la gestión de agua
La Gestión Integrada de los Recursos Hídricos se refiere a la correcta composición de los intereses relacionados con el uso, control, aprovechamiento, preservación y sostenibilidad de los sistemas hídricos. La GIRH es un término derivado de la 1era. Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente (CIAMA) celebrada en Dublín, Irlanda, en enero de 1992.
Esta orientación procura dirigir el desarrollo de políticas públicas respecto de los recursos hídricos a través de una armonía entre el desarrollo económico y social respecto de la protección de los ecosistemas, a fin de hacer del agua un recurso sustentable.
Los objetivos
En el documento “Políticas e institucionalidad en materia de agua potable y saneamiento en América Latina y el Caribe” emitido por la CEPAL, da cuenta de las políticas públicas respecto de este tema en 22 países de América Latina y el Caribe, definiendo la orientación de políticas públicas, las que tienen como objetivos:
- Desarrollar procesos de formación y asesoría para mejorar las capacidades institucionales, tanto a nivel central como local, para la vigilancia, el monitoreo y la gestión de proyectos y sistemas hidráulicos.
- Formular y ejecutar planes de fortalecimiento a los técnicos de las instituciones gubernamentales sobre nuevas tecnologías del agua.
- Motivar la participación de la población, tanto en forma individual como en las comunidades en torno a buenas prácticas relacionadas con el saneamiento.
- Elaborar y promover una propuesta para la aplicación de tarifas ajustadas a los costos reales en el manejo de las aguas.
- Elaborar e implementar planes nacionales para incrementar la inversión en saneamiento en zonas rurales.
- Formular e implementar políticas y leyes para el manejo integral de las aguas.
Los retos a nivel mundial de la GIRH son amplios; la ONU señala con referencia al Objetivo de Desarrollo Sostenible respecto del agua que: “Para lograr de forma sostenible la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria y la resiliencia ante los desastres naturales y de origen humano, es preciso mejorar la productividad del agua. Para ello se debe desarrollar una infraestructura apropiada, implementar un enfoque integrado de la gestión de los recursos hídricos, mejorar los sistemas de gobernanza del agua a todos los niveles, y proteger y restaurar la capacidad de los ecosistemas para apoyar la gestión sostenible del agua, incluyendo los recursos biológicos acuáticos que dependen del agua”.
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