POR GRETTA HERNÁNDEZ
IberoNews.- Ser emprendedor cada día cobra mayor relevancia entre las personas que desean crear un negocio o expandir el que ya tienen, sin embargo, no siempre resulta sencillo. Para no desfallecer en el intento, lo mejor es buscar asesoría y acompañamiento especializado. Platicamos con Ariana Méndez y Ricardo Mansilla sobre los proyectos que impulsan desde Fundesa para el desarrollo económico y social en Guatemala.
Ariana Méndez, licenciada en administración de hoteles y restaurantes con estudios de postgrado en el Central Michigan University y una maestría en finanzas en la Universidad Rafael Landívar, coordina, dentro de Fundesa, Scale Up, un programa de Empresas de Alto Crecimiento, que ofrece ayuda a empresas para crecer de forma rentable y sostenible.
Ricardo Mansilla es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Rafael Landívar, con maestría en Administración de Empresas en INCAE. Actualmente dirige FUNDESA.
Los inicios de un proyecto
Pionero en el tema del emprendimiento en Guatemala, Ricardo es director ejecutivo de Domino’s pizza. “Mi acercamiento con los emprendedores -relata Ricardo-, sucedió en Colombia. Allí noté que el tema de desarrollo en ciudades intermedias en gran parte se da por el emprendimiento”.
La iniciativa de Scale up en Fundesa, empezó cuando conoció, de primera mano, el exitoso proyecto en Manizales, Colombia y, desde Fundesa, buscó replicarlo. “En Colombia nos sentamos a trabajar con el grupo del ecosistema, las universidades de Manizales, con el alcalde de la ciudad y con miembros de la fundación en aquel país, y claro, con los empresarios”.
Colombia tiene integrado todo lo que es la ruta del emprendimiento de una forma muy estructurada: desde los alumnos en las universidades que crean y lanzan ideas, hasta los empresarios que ejecutan sus proyectos con éxito.
“En los años de 2017-2018 empezamos todo el proceso de conseguir fondeo y conectar al ecosistema. Escogimos las ciudades de Quetzaltenango por ser muy parecida, en temas estructurales, a Manizales. No queríamos que fuera en ciudad capital, porque siempre se dice que en “la capital todo funciona” y en Fundesa le apostamos al desarrollo desde las ciudades intermedias”.
En términos prácticos, explica Ariana, Fundesa es una entidad que busca, a través de diferentes iniciativas, el desarrollo del país. La comunicación con los empresarios es fundamental.
En la primera cohorte, fueron 18 empresas y todas fueron del interior del país. Se generaron 70 nuevos empleos, más de medio millón en ventas adicionales a las que ya tenían las empresas y más de 150 mil dólares de inversión.
Esas empresas fueron de todo tipo, desde agencias de publicidad, fábricas de zapatos, repuestos de vehículos, supermercados, farmacias, productoras de cerveza; no se limitó a una industria o una cantidad de años de vida en el mercado, sino que fue más allá del modelo de negocio.
─¿Qué le faltaría a Guatemala para tener un ecosistema de emprendedores más relevante?
Ricardo (R): Yo diría que el crecimiento de los empresarios nos conviene a todos. Un CEO presente en un aula, contando de viva voz su retos y desafíos en temas de manejo de caja, de productividad, de ventas, es de gran ayuda. De la misma forma, los bancos al darse cuenta que los empresarios tienen la oportunidad de mejorar sus ventas, es decir, que al presentar en qué consiste su negocio, tendrán una mejor oportunidad de colocar créditos más seguros. Allí estoy mencionando dos miembros del ecosistema: universidades y bancos. De la misma forma, los medios de comunicación cuando difunden las buenas noticias también se logra construir un mejor país.
Ariadna (A): En Fundesa activamos todo el ecosistema en su conjunto: finanzas, gobierno, universidades, la misma cultura de las familias. Hay estudios que demuestran que la persona estará más motivada a emprender si sus padres emprendieron. Los hijos serán capaces de identificar oportunidades. Aprender, desde el hogar, a afinar las especialidades cualitativas del emprendedor. Debemos reforzar la cultura, no pensar en estudiar para conseguir un trabajo, sino para formar una empresa.
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─¿Tienen el número de universidades que están implementando sus modelos educativos para crear una empresa con un futuro sólido?
R: Tenemos universidades interesadas en brindarles a sus estudiantes este conocimiento, por ejemplo, la universidad Francisco Marroquín, que ya está colaborando más cerca con el proyecto, tuvo al personal de la escuela trabajando con nosotros con la idea de entender la metodología. Otra institución involucrada es la universidad Mesoamericana. A las universidades les ha costado un poco entender el link con los empresarios, pero conforme vamos avanzando, vamos abriendo las mentes y los corazones para entender el beneficio.
─El mundo no estaba preparado para la pandemia, los regazos tecnológicos salieron a relucir, ¿Cómo fue el acompañamiento con las empresas para convencerlos de avanzar hacia las plataformas digitales?
R: Lamentablemente nos cayó la pandemia y cambiamos el enfoque a talleres de resiliencia para preparar a las empresas y sobrevivir en la pandemia. Tuvimos 15 empresas trabajando en plataformas virtuales, a diferencia de otras cohortes, a nivel virtual tuvimos empresas de diferentes lugares de la república, pusimos a prueba la metodología en sistema virtual. Parte del éxito de la metodología es que no participa sólo el CEO, no es un tema de capacitación, sino de acción. Tú ves sentado al CEO, al gerente de mercadeo, al gerente de ventas, al gerente financiero, y sino tiene esas posiciones, se invita a quien esté llevando a cabo esa función. Están los equipos de cada empresa y toman decisiones conforme a la metodología va avanzando. Se les da espacios en zoom, para que discutan en la misma sala virtual, temas específicos después de hacer una autoevaluación. Allí es fascinante ver que el financiero piensa distinto del CEO y a veces, el CEO se da cuenta que el problema era él y tiene la oportunidad de verlo y tomar decisiones de cambio. Aquí se enfrentan a la realidad de sus empresas.
A: Los buenos resultados de la primera Cohorte inspiraron a muchas personas a participar en la segunda emisión, que ya fue virtual. El reto para tecnificarnos fue tanto para los empresarios como para nosotros. Para sacar provecho de la tecnología debemos estar todos subidos en la ola.
─¿Qué tipo de emprendimiento son comunes en Guatemala? ¿Son los que se necesitan en la Cuarta Revolución Industrial?
A: Tenemos una situación de país muy peculiar, la mayoría de los emprendimientos se dan en el área del comercio. En la medida que van creciendo, pueden incluso, irse a otras áreas, pero sabemos que lo que se necesita para esta Cuarta Revolución es un tema más allá del emprendimiento, porque ya estamos hablando de temas de educación. Para que esas personas puedan tener los elementos que se necesitan, como desarrollar software, usar una computadora, contar con un área estable de internet. Son aspectos importantes para poder acceder a la revolución.
R: Para mí ha sido sorprendente trabajar en el proceso de las entrevistas a las empresas que participarán en la tercera cohorte, porque escucho el potencial que tiene Guatemala para productos de exportación. El país tiene ya muchos negocios creciendo y lo que necesitan es encontrar las herramientas dentro de sí mismos y junto a otros CEOs -parte de la metodología es que los directores de las empresas pueden intercambiar ideas con otros directores-, encuentren lo que no habían visto dentro de su propio negocio. Necesitamos hablar de lo extraordinario que tenemos para que se entusiasmen otros empresarios con las historias de éxito de nuestro propio país, empezando por su estratégica ubicación geográfica en el mundo. Necesitamos un cambio cultural y creer en nuestro potencial.
─¿Cómo ven a Guatemala en relación con los países vecinos y cómo sienten que está el nivel de emprendimiento?
R: Guatemala es el país más grande de Centroamérica. a nivel poblacional hay un consumo muy grande y una de las grandes ventajas para la región es pensar como una sola. Tenemos la capacidad de producir grandes cantidades de vegetales para exportar a Estados Unidos y para los vecinos del sur. El sueño de la integración centroamericana es el que, de alguna forma, pudiésemos pensar que cada país se dedicara un producto el tema agrícola, cada país tendría su especialidad y le daríamos de comer al mundo, ¿Cómo podríamos lograrlo? Tenemos, entre otros factores, el clima a nuestro favor: sol desde la mañana hasta la tarde. No tenemos inviernos como los del Norte. Podríamos crecer mucho si nos ponemos de acuerdo y nos organizamos. Como región, seríamos más importantes si logramos administrar los egos y tener una visión futura. Guatemala ha dando pasos cada vez más importantes, queremos atraer inversiones extranjeras para que se produzcan en Centroamérica, abastecer a Estados Unidos y México. Hay un proyecto en Fundesa que se llama “Guatemala no se detiene”, donde se ya trabaja en los detalles para la inversión extranjera y el aumento de las capacidades del país para poder ser un foco de inversión extranjera.
─¿Cómo potencializar a los emprendedores?
R: Inicialmente, necesitan creer en sí mismos y que se les faciliten las herramientas financieras. Hace falta una ley que promueva la inversión en empresas pequeñas. La única forma de conseguir fondeo es con un banco o con financieras de tazas muy altas. Hace falta acercar el sistema financiero a las pymes y enseñarles que el banco no es un monstruo, enseñarles cómo hablar con el banco, enseñarles que la deuda no necesariamente es mala y que puede catapultar a su empresa. Nos falta mucha educación financiera.
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─¿Qué retos y metas tienen para el 2022?
A: La meta son 40 empresas, esperamos que los empresarios se acerquen a nosotros y que vean los beneficios que les podemos brindar. Otra meta es ampliar nuestra base e ir a otro segmento y para llegar a más población.
R: Aún nos falta impulsar mucho másel desarrollo del ecosistema. Involucrar más al gobierno, incluyendo las alcaldías y los gobiernos locales. A través del crecimiento de los empresarios hay una mayor tributación que beneficia a las Administraciones en turno. Sin olvidar que también deben sumarse los bancos y las universidades.
─A nivel de gobierno, ¿qué necesitarían implementar para lograr que los negocios emerjan?
R: Sin lugar a dudas, la facilitación de los negocios: quitar trabas, hacer más sencillos los procesos para tributar. A veces, pareciera que tener un negocio formal es un castigo. El gobierno debe ir avanzando para ayudar con la apertura de nuevos negocios. El otorgamiento de licencias de construcción, de salud y que todo sea cada vez más digital, es decir, un gobierno digital que ayude a que las empresas puedan crecer más rápidamente y sin cortapisas.
A: Me gustaría decir que en la tercera cohorte nos estamos especializando en empresas de tecnología porque tienen alta escalabilidad y también queremos impulsar a las mujeres empresarias, darles visibilidad y en la medida que lo logremos, otras se van a animar. Hemos notado que hay muchas mujeres que dirigen empresas estando detrás y queremos verlas en puestos de dirección y no sólo ser la ayuda del director o emprender un negocio para aportar con un ingreso al hogar.
R: Ha sido interesantísimo ver a las mujeres participando en Scale up porque han dejado una huella impresionante de participación, de involucramiento y de liderazgo. Tenemos dentistas, abogadas, doctoras y agroquímicas. No sólo queremos que se animen a hacer negocios, sino que se animen a dejarse ver y que sean modelo de éxito para otras mujeres. Hemos tenido pláticas con la organización de mujeres empresarias para darles charlas y animarlas y decirles “jalemos”. Nos gustaría hacer una cohorte sólo de mujeres empresarias, pero nos falta hacer más ruido en ese segmento de la población. Creemos que las mujeres deben sentirse parte indispensable del desarrollo del país.
Para finalizar Ricardo, un fiel creyente de que el desarrollo de un país lo hacen todos sus integrantes, remarca: “necesitamos tomar la bandera guatemalteca y echar para adelante a la nación. Fundesa ha trabajado mucho en el apoyo institucional a los gobiernos para políticas públicas y para la planificación de país. Sabemos que cada quien debe representar su papel y seguir avanzando.
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