OPINIÓN / POR JUAN CARLOS ZAPATA *
IberoNews.- Esta semana será probablemente una de la más importantes en nuestro futuro para los próximos cuatro años del país, las elecciones de Guatemala. Este domingo tenemos que ser capaces como sociedad de entender que, con nuestro voto, estamos decidiendo quiénes serán las personas que decidirán en qué se invertirán nuestros recursos públicos. ¿Es nuestra democracia plena? No, pero eso no debe quitarnos nuestra responsabilidad como ciudadanos de ir a votar.
Según el Índice de Democracia de la Unidad de Inteligencia de The Economist, Guatemala es un país con un régimen híbrido con una evaluación de 4.68 sobre 10 y una calificación de 98 sobre 167 países y aunque mejoramos en el último año, nuestro principal retroceso fue el resultado de una pésima reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos promovida en el 2016 por razones y motivos totalmente espurios, que hicieron que lejos de avanzar, nuestro sistema comenzara a caer en la trampa de una serie de arbitrariedades y mayor discreción de diferentes funcionarios que han hecho cada vez más difícil de explicar y entender por qué unos políticos sí lograron participar y otros no, nos pasó en las elecciones del 2019 y nos volvió a pasar ahora en estas.
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La importancia de las elecciones de Guatemala
Pero eso es lo que tenemos hoy, son las leyes con las que hemos decidido vivir en sociedad y con ellas debemos ir a votar. Esto solo hace más crítica esta elección porque precisamente uno de los principales desafíos del próximo Gobierno debe ser promover un cambio a la ley electoral en el Congreso de la República.
Esto tomando en cuenta algunos principios que desde la Alianza Técnica de Apoyo al Legislativo se han mencionado: “la modificación del sistema de elección de diputados con el objeto de acercarlos a sus electores, el aumento del período de funciones y la creación de una elección escalonada del Pleno de Magistrados del TSE, con el fin de garantizar su independencia como jueces del proceso electoral, la corrección de las normas vigentes que están mal diseñadas o que han demostrado ser inaplicables, la democratización del sistema político, en especial permitiendo que los ciudadanos participen libremente y la corrección de la asignación estática de escaños para los distritos electorales, que actualmente desconoce el principio constitucional de proporcionalidad”.
Reflexionar
Tenemos que ser capaces de reflexionar a nivel de la presidencia y vicepresidencia, quiénes son los candidatos en las elecciones de Guatemala, cuál es su hoja de vida, qué han hecho por el país, cuáles son sus valores morales y qué principios éticos han respetado a lo largo de su vida. Con ello también es fundamental que se conozca a nivel municipal no solo a quién se propone para alcalde, sino quiénes serán las personas que lo acompañan en el Consejo municipal y, sobre todo, algo que es crucialmente importante ahora en esta etapa de desarrollo de nuestro país es por quién vamos a votar para diputados, tanto en los listados de nuestro propio distrito como a nivel nacional, así como del Parlamento Centroamericano.
Participemos en esta nueva fiesta cívica como sociedad, contribuyamos con esperanza de que tenemos una nueva oportunidad, no para borrar todo lo que se ha hecho, porque ciertamente hay cosas que este Gobierno y algunos anteriores han hecho de forma correcta, sino para aportar, con bases más sólidas, a nuestras propias instituciones. Es nuestro derecho como guatemaltecos y un deber cívico que fortalece y reafirma la confianza para seguir consolidando nuestra propia democracia.
Este próximo domingo 25 de junio, tenemos una cita en las urnas, hagámoslo en paz y con dignidad, para fomentar un proceso libre y pacífico.
* Juan Carlos Zapata, es Director Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA).
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