ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, asegura que el 2024 fue un año récord para el ransomware tanto desde su nivel de alcance hasta las ganancias que obtuvieron los atacantes por sus golpes. Para comprender cómo esta amenaza tuvo un papel determinante en el devenir de la seguridad de la información de las empresas y organizaciones, la compañía detalla cuáles fueron los ataques más paradigmáticos del año, y qué impacto tuvieron en América Latina.
“El ransomware sigue siendo una de las mayores amenazas para la ciberseguridad a nivel mundial. Un informe de Rapid 7 afirma que se registraron más de 2.500 ataques de ransomware solo en la primera mitad de 2024. Lo que se traduce en casi 15 ataques reivindicados públicamente por día. Además, nuestro ESET Security Report de este año, reveló que en América Latina el 14% de las organizaciones afirmó estar dispuesta a pagar un rescate”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
El 2024 se perfila para establecer el récord respecto de los ingresos pagados por ataques de ransomware. Según Chainalysis, los rescates pagados hasta julio rozaban un total de 460 millones de dólares. Además, se registró la cifra más alta pagada por un rescate de ransomware por un total de 75 millones de dólares.
“Es realmente paradójico que pese al desmantelamiento de grupos dominantes como Lockbit, el ransomware se siguió reinventando en manos de grupos más pequeños y flexibles. De hecho, una de las principales características de estos actores emergentes es que trabajan a través de varios grupos de ransomware, consolidando así la llamada democratización del ransomware”, agrega Gutiérrez Amaya de ESET Latinoamérica.
Los grupos de ransomware siguen explorando nuevas técnicas y tácticas, por ejemplo la incorporación de herramientas que buscan anular tecnologías de seguridad como son los EDR. El equipo de investigación de ESET descubrió este nuevo kit de herramientas desplegado por el ransomware Embargo. Que consiste en un loader y un killer EDR, llamados por ESET como MDeployer y MS4Killer. “El ransomware, al igual que las otras amenazas, se volvió mucho más sofisticado con la implementación de herramientas de Inteligencia Artificial. Esto dio por resultado ataques mucho más personalizados, dificultando así la prevención y la respuesta.”, destaca el investigador de ESET.
Situación del ransomware en América Latina
En la región, hubo ciertos grupos como LockBit 3.0, Vice Society, ALPHV (BlackCat) y Medusa que se destacaron por su constante actividad. Un actor decisivo fue RansomHub, grupo que ofrece ransomware como servicio y que desde su aparición a principio de este año afectó a más de 200 organizaciones. Por su servicio cobra el 10% de los pagos obtenidos por sus afiliados en cada ataque. Y sus principales víctimas suelen ser instituciones y empresas de alto perfil y gran capacidad de pago.
Otro grupo muy activo en la región fue LockBit 3.0, que entre sus víctimas se destaca una cadena mexicana que vio afectadas 1.800 de sus tiendas en todo el país, perjudicando su operatoria por un periodo de tres meses.
El ransomware fue protagonista de varios ataques en la región. Universidades, Centros de Salud, empresas y organismos gubernamentales de Argentina, Brasil, Chile. También Colombia, México, Perú y muchos otros países fueron blanco de ataques de algún grupo. Para confirmar cómo los grupos de ransomware siguen evolucionando. Recientemente el equipo de Investigación de ESET Latinoamérica elaboró un informe en el que destacaba a otros dos grupos de ransomware emergentes en América Latina: Qiulong y Cactus.
¿Cómo protegerse contra el ransomware?
Para protegerse del ransomware, según ESET, es necesario aplicar un enfoque transversal, que abarque integralmente todas las aristas de una organización. Para eso es aconsejable:
- Implementar la autenticación multifactor (MFA) que fortalece la seguridad y reduce en gran medida el riesgo de accesos indebidos, en caso de compromiso de contraseñas.
- Realizar backups periódicos es clave para minimizar el impacto del ransomware.
- Mantenerse actualizado sobre las últimas amenazas y tendencias de seguridad.
- Capacitar al personal en buenas prácticas de seguridad para prevenir riesgos y amenazas
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