Hoy en día, los consumidores valoran las experiencias por encima de los bienes materiales.
Lo que antes se entendía como la posesión de bienes materiales exclusivos ha trascendido hacia un concepto más amplio y experiencial.
Factores clave en la compra de productos de lujo
Uno de los principales motores de este cambio ha sido el poder de las redes sociales.
Plataformas como Instagram y TikTok han jugado un papel fundamental en la difusión de tendencias y en la construcción de imágenes de marca que resuenan con los valores aspiracionales de los consumidores.
A esto se suma el ascenso de la clase media en la región, que ha ampliado la base de consumidores de lujo, democratizando de cierta manera el acceso a estos productos y servicios.
El deseo de estatus y reconocimiento sigue siendo un elemento crucial, con los productos de lujo manteniéndose como símbolos de éxito social.
La globalización ha facilitado el acceso a marcas internacionales, incrementando el interés por productos de alta gama en mercados locales.
Asimismo, la urbanización, especialmente en las grandes ciudades, ha impulsado el consumo de bienes y servicios de lujo, adaptándose a estilos de vida más cosmopolitas.
El lujo según las generaciones
Según datos recopilados por People Media cuando se examina el consumo de productos de lujo por generaciones, los Millennials destacan sobre el resto, representando el 50% de las compras en este segmento.
Esta generación busca productos que se alineen con su estilo de vida, que a menudo se ve influenciado por tendencias globales y una mayor conciencia social.
Por otro lado, la Generación X sigue de cerca, con un 30% del consumo, mientras que la Generación Z y los Baby Boomers se mantienen en el 15% y 5%, respectivamente.
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