La inversión social es un pilar fundamental para avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible, especialmente cuando se realiza bajo esquemas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y Sostenibilidad. A través de estas inversiones, las empresas contribuyen al bienestar de las comunidades, fortalecen sus capacidades y generan oportunidades que impulsan un crecimiento inclusivo.
Este enfoque atiende necesidades sociales inmediatas, pero también las que vienen arrastrándose desde décadas. Por ejemplo, en Honduras existen muchos desafíos, pero las empresas socialmente responsables han concentrado sus esfuerzos en áreas de educación, salud y nutrición, reforestación, empleo y autoempleo.
Prioridades sociales: educación, salud y empleo
Las empresas y organizaciones miembros de FUNDAHRSE invierten más de 927 millones de lempiras anuales en iniciativas que contribuyen al desarrollo sostenible de Honduras. Esta importante inversión social beneficia especialmente a la niñez, la juventud, las mujeres y las personas con discapacidad, logrando una visión empresarial inclusiva y mas resiliente en el largo plazo.
Desde la perspectiva de gobernanza, la inversión social responsable refleja la madurez institucional de las organizaciones. Cuando las decisiones se fundamentan en procesos transparentes, participativos y orientados a resultados, se fortalece la confianza de los grupos de interés y se consolidan relaciones más sólidas entre empresa, comunidad y Estado.
Una gobernanza sostenible, basada en evaluaciones y análisis objetivos, asegura que los recursos sean utilizados de manera eficiente y que estén alineadas con las prioridades del desarrollo nacional y global.
Gobernanza, transparencia y uso eficiente de los recursos
La transparencia, la ética y la integridad son elementos transversales que garantizan que la inversión social sea verdaderamente transformadora. Actuar con estos principios previene prácticas indebidas, y también posiciona a las empresas como actores confiables y comprometidos con el progreso del país.
En un entorno donde la lucha contra la corrupción es clave para fortalecer las instituciones, la inversión social ética se convierte en un mecanismo para promover una cultura empresarial responsable, que inspire cambios positivos y contribuya a un futuro más justo y sostenible para toda la sociedad.
“El sector privado es un motor indispensable en el desarrollo del país, impulsando la inversión y generando empleo. Por ello, estamos llamados a mantener un comportamiento ejemplar como base de las relaciones de confianza con los demás sectores, manteniendo el diálogo y trabajando juntos por Honduras”, manifestó Mario R. Faraj, presidente de FUNDAHRSE.
Desde el sector empresarial socialmente responsable, buscamos que nuestras acciones contribuyan a crear un país con más oportunidades de desarrollo para todos y para todas. Tenemos además el compromiso de promover la participación de toda la ciudadanía, la academia, las organizaciones no gubernamentales y las entidades de gobierno para que tengamos la Honduras que todos soñamos.