POR GRETTA HERNÁNDEZ
IberoNews.- La dependencia económica de los países de Centroamérica hacia Estados Unidos provoca que algunos de los gobiernos de la región busquen mantener las relaciones lo más estables posibles. Sin embargo, no es un trabajo sencillo.
En la pasada administración, el ex presidente Donald Trump buscó la manera de elevar los arancéleles y ejercer mayor presión en el tema migratorio. Los más afectados fueron México y los países centroamericanos.
Con la llegada Joe Biden al poder Ejecutivo, los retos continúan siendo los mismos, pero, por si fuera poco, al panorama se ha sumado la reelección del presidente Daniel Ortega, en Nicaragua; el narcotráfico en los gobiernos pasados de Honduras; la aprobación para uso oficial de las criptomonedas en El Salvador, y la pandemia por el virus SARS-Cov-2. La agenda entre los países de la región y América del Norte para 2022 estará llena de desafíos.
El caso Guatemala
A pesar de que el presidente Alejandro Giammattei ha criticado el acuerdo de “Tercer país seguro” con Estados Unidos, Guatemala se ha convertido en un muro de contención de inmigrantes, en su mayoría provenientes de Honduras y El Salvador.
En junio de 2021, la vicepresidenta Kamala Harris en una gira por Guatemala apuntó: “la meta de nuestro trabajo es ayudar a los guatemaltecos a encontrar esperanza en casa”, pero la cifra de migrantes, en el marco de la pandemia por el coronavirus, se detonó en 2021.
Jahir Dabroy, Coordinador del Departamento de Investigaciones Sociopolíticas de ASIES (Asociación de Investigación y Estudios Sociales), asegura que a pesar de que su país es el ‘patio trasero’ de Estados Unidos, la nación del norte mantiene un interés geoestratético en Guatemala: “es la entrada a CA, está flanqueado por el oceano Pacífico y Atlántico, y es, además, un buen socio comercial”.
Paralelo al fenómeno de la migración, el gobierno guatemalteco necesita reestablecer el turismo perdido por la pandemia. “Un alto porcentaje de nuestro turismo es estadounidense y se perdió. Tenemos grandes hoteles con ocupasión al mínimo, restaurantes cerrados y retrazos en los procesos de vacunación, esto último agudiza la apertura del sector, no sólo por el destiempo con el que el gobierno inició la campaña de inoculación, sino por la reticencia de la población para vacunarse”.
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Las remesas son otro factor que debe cuidarse, considera el doctor Dabroy, puesto que significan un 13% del PIB, esto es más que la agroindustria y será una tendencia macroeconómica que continuará al alza. La población en Estados Unidos, incluso los jóvenes nacidos allá, continúan enviando dinero a sus familiares.
“Guatemala es un país conservador y tiende a acatar las recomendaciones del FMI y del BM, mantenemos un tipo de cambio estable. A pesar de que la dueda externa se ha incrementado, no ha caído en un país altamente endeudado y el sector empresarial guarda buenas relaciones con sus pares norteamericanos”, finaliza el experto.
A pesar de que las aguas políticas no siempre son las mejores, la AmCham Guatemala expresó en un comunicado de prensa que “el país se encuentra en una situación en la que, actores e intituciones que combaten la corrupcion, deben de ser fortalecidos, ya que de esta manera se grantiza el Estado de Derecho. La transparecia es la clave para el crecimiento y prosperidad”. Sin embargo, reconoce que el comercio entre ambos países se ha fortalecido.
Los vaivenes con El Salvador
Las relaciones entre Estados Unidos, el principal socio comercial de El Salvador, se encuentran en uno de los momentos más álgidos de su historia: en diciembre del año pasado la Casa Blanca impuso sanciones económicas a dos altos funcionarios del gobierno de Bukele por una presunta negociación con pandillas como la Mara Salvatrucha y Barrio 18 para una tregua secreta con el gobierno salvadoreño. El Ejecutivo salvadoreño respondió afirmando que “Estados Unidos no quiere cooperación, sino sumisión” y acusó a Washington de organizar una manifestación en su contra.
A Estados Unidos le preocupa una migración hacia su territorio que sea desmedida, pero también la necesita, como mano de obra barata. Un informe publicado del portal de Naciones Unidas, revela que la emigración se quintuplicó en el primer trimestre de 2021 en comparación con 2019.
Un suceso histórico en el crecimiento de las criptomonedas es la aprobación del bitcoin como dinero de uso legal en el país. El Salvador, que usa el dólar como moneda propia, causó revuelo cuando su presidente Nayib Bukele apostó no sólo por el uso de la criptomoneda, sino que anunció la construcción de “Bitcoin City”, una ciudad financiada por la criptodivisa.
Un informe publicado por El Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas, presenta un balance sobre la evolución económica del año 2021: “La Ley Bitcoin le generó más gastos al gobierno, que utilizó alrededor de 90 millones de dólares para comprar ese cripto activo y donárselo a millones de personas (30 millones en bitcoin a cada una).
La mayoría de las personas lo gastaron. Además, siguen usando el dólar como moneda de curso legal. El gobierno también utilizó 203 millones de dólares de un préstamo del BCIE para comprar bitcoin y crear un fondo para su conversión en dólares, en vez de invertirlos en el desarrollo nacional”.
En entrevista con César Villalona, miembro de COLPROCE (Colegio de Ciencias Económicas), detalló los peligros del uso de una moneda tan volátil como el bitcoin: “Nosotros tenemos una ley que convierte a ese criptoactivo en una moneda de uso legal, sin embargo, no es un medio circulante, porque no cumple con ninguna de las funciones del dinero, todas las tarifas de los servicios siguen en dólares, además de los salarios, incluso los del gobierno, tampoco es reserva de valor”.
En el país nadie tiene información certera sobre el bitcoin, porque sólo son hay mensajes en Twitter del presidente de la república. En el presupuesto nacional no hay una ninguna partida para comprar la criptomoneda, lo que se tienen son declaraciones de Bukele y de algunos de sus ministros.
El FMI cuestiona el bitcoin porque no responde a las normas del mismo Fondo Monetario, pero además porque sabe que el gobierno se está endeudando para introducir ese criptoactivo en el país y tiene una deuda muy grande. Para el FMI es demasiado riesgo.
Bitcoin City sería una ciudad para especuladores porque el pueblo no se va a mover con esa divisa. “Yo creo que el gobierno está bastante entrampado, o negocia con el FMI un programa que afecte a la población, o no negocia y tendrá dificultades para conseguir dinero. Seguir insistiendo en el bitcoin, creo que es una apuesta más política, es decir, mantener una esperanza de que el país va a cambiar, va a mejorar, pero no hay ningún cambio”.
La calificadora Fitch Ratings bajó a CCC desde B- las calificaciones internacionales de riesgo emisor (IDR) de largo plazo de El Salvador, citando preocupaciones por la concentración de poder del presidente Nayib Bukele y el uso del Bitcoin como moneda de curso legal en el país centroamericano.
Fitch dijo que la adopción el año pasado del Bitcoin como moneda de curso legal ha añadido incertidumbre sobre el potencial de un programa del FMI, que desbloqueará financiamiento para la nación entre 2022 y 2023.
Focos rojos en Nicaragua
Daniel Ortega, en el poder desde 2007, ganó, en unas elecciones llenas de irregularidades, un cuarto mandato consecutivo. Las voces disientes del régimen han sido encarceladas. La falta de derechos civiles presenta la primera ameneza a una economía dependiente del país del norte.
Según el sitio web de AMCHAM Nicaragua, las exportaciones hacia Estados Unidos aumentaron 8.4% en 2019. Un informe de la OEA, presentado ante el consejo permanente sobre la situación en Nicaragua, apunta: “Respecto a la situación institucional y de derechos humanos del país no ha habido en este tiempo avances de ningún tipo y la misma continúa revistiendo la gravedad que ha sido señalada por la Secretaría General y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como otras organizaciones, en reiteradas ocasiones a este Consejo Permanente”.
Joe Binden calificó de “pantomima” la reelección de Ortega y afirmó que “la falsa elección de Nicaragua no fue ni libre ni justa. Ciertamente no fue democrática”.
El congresó de EU aprobó en noviembre pasado la ley para Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua (Renacer, por sus siglas en inglés), dicha ley le ootrga a Biden el poder para sancionar a Nicaragua, así como la facultad para expulsar al país centroamericano del TLC, además de sanciones para restringir préstamos de bancos multilaterales
Un periodista especializado en política exterior y asesor financiero, quien prefiere guardar el anonimato debido a la gran represión que existe hacia la libertad de expresión en el régimen de Ortega, considera que para que las relaciones con EU no se vean afectadas, debería de resolverse antes la crisis política interna con la liberación de presos políticos.
“Hay un solo poder factico dirigido por el presidente Daniel Ortega. La falta de institucionalidad, la represión, la falta de oportunidades provoca la masiva salida de nicaragüenses al exterior. No sólo son personas con mínima educación escolar, sino que también están migrando mano de obra calificada que en Estados Unidos. Hay que frenar la salida de personal altamente capacitado”, señala.
La reelección presidencial no hizo más que profundizar la crisis que ya se había generado desde 2018. La comunidad internacional tampoco ha visto con buenos ojos sus reelecciones, que desde 2011 han tenido tintes de ilegalidad, apunta el asesor financiero. Nicaragua, puntualiza, “se está aislando de las relaciones económicas que debería estar haciendo con otros países. Yo no creo que Rusia o China vayan a resolver los problemas, y como decimos aquí en Nicaragua: “vayan a meterle el hombro” a este régimen para ayudarlo”.
En el caso de TLC se ha discutido mucho la posibilidad de que Nicaragua quede fuera del Tratado de Libre Comercio, “yo sigo sosteniendo que lo veo muy difícil, a menos de que Estados Unidos y la Unión Europea vayan a sancionar a los empresarios”. Sin embargo, sí podrían existir un corte en los flujos de financiamiento por parte de los organismos multilaterales.
El periodista concluye diciendo: “para que la administración de Biden mantenga una buena relación con nuestro país, se deben de llamar a elecciones y la nueva administración debe ser la encargada de una serie de temas transversales que tienen que ver con la restitución de derecho, la justicia social, un nuevo rumbo de la economía y la restitución de los derechos civiles”.
Narco señales en Honduras
Por primera vez en la historia, Honduras tiene una mujer como presidenta. Xiomara Castro en su discurso de posesión, dijo: “Honduras ha sido hundido estos últimos 12 años y lo recibo en bancarrota”.
Uno de los grandes retos de Castro será restaurar las relaciones con su socio estratégico del norte. Al principio de su campaña, Castro aseguró que el distanciamiento con Estados Unidos continuaría y buscaría establecer relaciones con China; sin embargo, se retractó. En su toma de protesta asistió Kamala Harris. Los especialistas aseguran que el giro de timón es una señal positiva para acortar el distancimiento con norteamérica.
El martes 15 de febrero fue detenido el expresidente Juan Orlando Hernández, Estados Unidos pidió su extradición para ser juzgado por tráfico de drogas y delitos con armas de fuego. Se espera que con ello paulatinamente ambas naciones vuelvan a recuperar la confianza perdida.
Los estallidos sociales, la crisis migratoria, el narcotráfico, la pandemia y la falta de derechos civiles han hecho que la Casa Blanca ponga su mirada en los países centroamericanos y sean temas neurálgicos en la agenda de Biden. Existen varios puntos negativos y algunos de ellos tienen su epicentro en Honduras, El Salvador y Nicaragua.
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