En países como Guatemala, los proyectos de infraestructura energética suelen enfrentar oposición social debido a factores como el desconocimiento, la desinformación y la falta de participación temprana de las comunidades. Sin embargo, las empresas del sector eléctrico están demostrando que es posible construir y operar infraestructura con responsabilidad, incorporando criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en todas sus fases.
De acuerdo con la Asociación Guatemalteca de Transportistas de Electricidad (AGTE), uno de los principales compromisos de sus agremiados es proteger el ambiente y mantener una relación respetuosa con las comunidades donde se desarrollan proyectos de transmisión y transformación de energía.
Certificación internacional refuerza compromiso ambiental
Un referente de este modelo en Guatemala es Transportadora de Energía de Centroamérica S.A. (TRECSA), que desde octubre de 2024 cuenta con la certificación internacional ISO 14001:2015. Este estándar es reconocido mundialmente por establecer un marco para la gestión ambiental eficaz y valida que la empresa ha implementado un sistema robusto que abarca desde el diseño de nueva infraestructura hasta su operación y mantenimiento.
La certificación confirma que TRECSA no solo cumple con la normativa ambiental, sino que también incorpora prácticas de mejora continua y prevención de riesgos ambientales, alineándose con los principios del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 13 y 15).
“El Sistema de Gestión Ambiental demuestra la manera sostenible con la que desarrollamos, mantenemos y operamos nuestros activos, protegiendo la salud y seguridad de las personas y el ambiente”, indicó Rodrigo Ronquillo, Gerente de Sostenibilidad y Relacionamiento de TRECSA.
Cuatro pilares de gestión sostenible
El modelo de gestión ambiental de TRECSA se estructura en cuatro pilares que reflejan la madurez y compromiso del sector:
- Protección del medio ambiente: cumplimiento regulatorio, preservación de biodiversidad y arqueología.
- Mitigación de impactos: planes de manejo ambiental, programas de reforestación y control de residuos.
- Mejora continua: indicadores medibles para elevar el desempeño ambiental.
- Gestión integral de riesgos: protocolos de prevención y respuesta ante emergencias como terremotos, inundaciones o fallas técnicas.
Este enfoque permite fortalecer la resiliencia de la infraestructura energética frente al cambio climático, garantizando continuidad y seguridad en el servicio eléctrico.
La importancia de la gestión ambiental en el sector eléctrico
La certificación ISO 14001:2015, adoptada por más de 300,000 organizaciones en todo el mundo, es considerada el estándar de referencia para reducir el impacto ambiental de las operaciones. Su implementación en el sector eléctrico tiene efectos directos en la sostenibilidad de los proyectos.
Entre los beneficios de aplicar un Sistema de Gestión Ambiental se encuentran:
- Reducción de emisiones y residuos durante la construcción y operación de líneas eléctricas.
- Mitigación de la deforestación y preservación de ecosistemas.
- Uso más eficiente de recursos naturales.
- Prevención de conflictos socioambientales mediante planes de gestión y participación comunitaria.