La crisis migratoria que atraviesa Guatemala es un fenómeno complejo que involucra múltiples aristas políticas, económicas y sociales. Para analizar este suceso se realizó la Cumbre Migratoria Internacional Religiosa, en la cual participaron representantes de los países latinoamericanos. La anfitriona de esta cumbre fue la Universidad de San Pablo de Guatemala.
Como parte de la actividad, se tuvo la oportunidad de conversar con el doctor Ramiro Bolaños, Vicerrector de la Universidad San Pablo de Guatemala, quien afirma que la desinformación, es uno de los principales factores que impactan en la crisis migratoria porque persiste entre la población guatemalteca. Muchas veces, los migrantes potenciales basan sus decisiones en rumores o información distorsionada sobre las realidades que les esperan en el extranjero, particularmente en Estados Unidos.
Algunos puntos de la Cumbre Migratoria
“Lamentablemente, la información que puedan encontrar es la que a ellos les va dando como cierta idea, independientemente a su decisión”, afirmó el experto. Esta falta de acceso a información veraz y oportuna los lleva a tomar decisiones arriesgadas, subestimando los peligros que enfrentarán en el camino.
Esta desinformación se ve agravada por la incertidumbre que genera el contexto político en Estados Unidos, donde las políticas migratorias están sujetas a cambios drásticos con cada ciclo electoral. Según el experto, esta inestabilidad política genera un clima de inseguridad que afecta tanto a los migrantes como a sus familias en Guatemala.
Pero la crisis migratoria en Guatemala no se limita a los connacionales que migran hacia Estados Unidos. El país también se ha convertido en un corredor natural para migrantes de otras nacionalidades que buscan llegar a ese país. Según el doctor Bolaños, esto ha generado una situación aún más compleja y preocupante.
Durante la Cumbre Migratoria se estableció que la crisis también está íntimamente ligada a la compleja realidad socioeconómica de Guatemala. La falta de oportunidades, la pobreza, la violencia y la desigualdad son factores que empujan a muchos jóvenes a buscar un futuro mejor en el exterior.
“Lamentablemente, todos nuestros índices de desarrollo como nación no han mejorado en los últimos 10 años. Esto va a hacer que la tendencia se esté siempre dando en un país. En promedio son más de 300 mil jóvenes que se gradúan de diversificado, pero no corresponde con la oferta laboral del país”, explicó el doctor Bolaños.
Esta falta de oportunidades para los jóvenes es particularmente preocupante, pues representa una gran pérdida de capital humano y talento para el país.
Los jóvenes en éxodo migratorio
Además de las implicaciones económicas y sociales, el éxodo de jóvenes también tiene un impacto considerable en la estructura familiar y comunitaria de Guatemala. La normalización de la migración ha generado una reorganización de los hogares, con familias que cuentan con uno o más miembros viviendo en el extranjero, según se estableció durante la Cumbre Migratoria.
Esta ruptura de los lazos familiares y comunitarios tiene importantes implicaciones culturales y de identidad nacional. Según el doctor Bolaños, la pérdida de esta conexión intergeneracional y de transmisión cultural pone en riesgo la preservación de las tradiciones y la cohesión social.
Para hacer frente a esta crisis migratoria, el doctor Bolaños subraya la necesidad de abordar el problema de manera integral, con estrategias que ataquen las raíces del fenómeno. Esto implica no solo mejorar la calidad y el acceso a la información, sino también abordar los desafíos estructurales que empujan a los guatemaltecos a buscar oportunidades en el exterior.
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