En un mundo donde los desastres naturales son cada vez más frecuentes y devastadores, es fundamental que como sociedad y como región, trabajemos juntos para fortalecer nuestra capacidad de respuesta y recuperación. Centroamérica, con su rica biodiversidad y diversidad geográfica, es particularmente vulnerable a una variedad de amenazas naturales, desde terremotos y erupciones volcánicas hasta inundaciones y tormentas tropicales. Es por ello, que hoy deseo abordar un tema de suma importancia: la Gestión Integral de Riesgos (GIR) ante desastres por amenazas naturales.
La GIR es un enfoque holístico que busca identificar, evaluar y mitigar los riesgos relacionados con desastres, así como prepararse para responder eficazmente en caso de que ocurran. En mi calidad de director ejecutivo de CENTRARSE, y en el marco del Día Internacional para la Reducción de Desastres, que conmemoramos cada 13 de octubre, me complace compartir cinco reflexiones sobre por qué la GIR es esencial y cómo puede contribuir a un futuro más seguro y sostenible para todos.
1. Protección de Vidas y Bienes. En primer lugar, la GIR es crucial para proteger vidas y propiedades. La preparación adecuada, la construcción de infraestructuras resistentes y la implementación de sistemas de alerta temprana pueden marcar la diferencia en la reducción de pérdidas humanas y económicas en caso de desastres. Cada vida que salvamos y que protegemos, son una inversión en el futuro de nuestros países.
2. Prevención de Riesgos. La prevención es la piedra angular de una sólida Gestión Integral de Riesgos. En lugar de simplemente reaccionar a los desastres una vez que ocurren, debemos centrarnos en evitarlos en la medida de lo posible. Esto implica una evaluación cuidadosa de los riesgos naturales y la implementación de medidas preventivas. Por ejemplo, las empresas pueden llevar a cabo estudios de vulnerabilidad de sus instalaciones y tomar medidas para fortalecerlas contra terremotos o inundaciones. La educación y la capacitación sobre la preparación para desastres también son esenciales tanto para los empleados como para la comunidad en general. La prevención no solo salva vidas, sino que también reduce los costos asociados con la recuperación posterior al desastre.
3. Continuidad de Negocios. La continuidad de negocios es un componente crítico de la GIR. Implica la planificación y preparación para garantizar que una empresa pueda mantener sus operaciones esenciales incluso en medio de un desastre. Esto incluye la elaboración de planes de contingencia, la identificación de personal clave, la ubicación de respaldo de datos y sistemas, y la provisión de recursos de emergencia. Las empresas resilientes son más capaces de minimizar el tiempo de inactividad, mantener sus ingresos y preservar empleos. Además, una empresa que puede seguir funcionando contribuye significativamente a la estabilidad económica en el período posterior a un desastre, beneficiando a la comunidad en su conjunto.
4. Conservación del Medio Ambiente. La GIR también está intrínsecamente ligada a la conservación del medio ambiente y adaptación al cambio climático. La degradación ambiental puede aumentar la vulnerabilidad a los desastres naturales. Al proteger nuestros recursos naturales y adoptar prácticas sostenibles, no solo reducimos riesgos, sino que también contribuimos a la preservación de la belleza y biodiversidad que habitan en nuestros países.
5. Vulnerabilidad de las Comunidades. Es importante destacar que las comunidades más vulnerables son las más afectadas por los desastres naturales, y estos eventos a menudo agravan problemas sociales preexistentes. La falta de recursos, acceso limitado a la atención médica, la educación deficiente, la malnutrición y la inseguridad son cuestiones que ya enfrentan muchas comunidades en nuestros países. Cuando se producen desastres naturales, estas desigualdades se magnifican, dejando a las poblaciones más vulnerables en una situación aún más precaria. Por lo tanto, la Gestión Integral de Riesgos no solo es una cuestión de seguridad, sino también una cuestión de justicia social. Al fortalecer nuestra capacidad de respuesta y preparación, podemos reducir el impacto desproporcionado que los desastres tienen en las comunidades más necesitadas y trabajar hacia una sociedad más equitativa y resiliente.
Así es que debemos tomar en cuenta que la GIR es responsabilidad de Todos. Es crucial que todos los sectores se comprometan con la prevención y la continuidad de negocios como parte integral de la GIR. Las empresas pueden liderar adoptando prácticas de gestión de riesgos sólidas y promoviendo la importancia de la continuidad de negocios en sus redes. El gobierno puede proporcionar orientación y regulación para garantizar que las empresas estén preparadas y sean responsables en caso de desastres. La sociedad civil puede desempeñar un papel fundamental al educar a la comunidad y abogar por la implementación de políticas y prácticas que promuevan la prevención y la continuidad.
Debemos adoptar un enfoque colaborativo y multisectorial para abordar esta cuestión y crear conciencia sobre su importancia. Juntos, podemos fortalecer nuestra capacidad de resistencia ante los desastres y trabajar hacia un futuro más seguro y sostenible para nuestra región. Nuestro futuro y el de las generaciones venideras dependen de nuestra capacidad para actuar con responsabilidad y preparación frente a los desafíos que los desastres naturales plantean a nuestros países.
Es mi esperanza que, como sociedades, reconozcamos la urgencia de este tema y trabajemos juntos para construir un futuro más resiliente y sostenible para el mundo, nuestra región y nuestros países, ya que nuestras generaciones futuras dependen de ello.
Juan Pablo de Jesús Morataya Ávila
Director Ejecutivo y Representante Legal -CentraRSE-
Ejecutivo, Consultor y Académico, con más de dieciocho años de experiencia en el desarrollo de estrategias Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad para empresas nacionales y multinacionales. Conferencista internacional, cuenta con varias publicaciones, entre ellas “Visión: Estado Actual de la RSE en Centroamérica” e “Indicarse. Sistema de Indicadores de RSE para la región Centroamericana” en Centroamérica. En la actualidad acompaña procesos a nivel nacional e internacional en la promoción de la agenda de sostenibilidad desde una perspectiva empresarial, de alianzas multisectoriales y alianzas publico privadas.
Participa activamente como director externo en varias Juntas Directivas en empresas nacionales e internacionales. Integra espacios de incidencia de organizaciones no lucrativas, del sector público y sector privado organizado. Ha participado activamente como parte de la delegación oficial de Guatemala en instancias de incidencia a nivel mundial como el Foro de Alto Nivel de las Naciones Unidas para el desarrollo Sostenible, como el Foro Mundial de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, participé de La Conferencia Mundial de Cambio Climático COP 26 entre otros espacios donde ha representado a Guatemala. Miembro de ASIES y participa de manera Pro-bono en varias Organizaciones no lucrativas.
Este año 2023, asumió la Presidencia Pro-Tempore de la Alianza Regional Latinoamericana -ARL-en representación conjunta con el Ministerio de Economía de Guatemala.