OPINIÓN / MONIQUE DE SAINT MALO ELETA*
Este artículo forma parte de la sección Pluma invitada del boletín Sumarse, asociación que impulsa la Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad en Panamá.
IberoNews.- Hoy en día, la responsabilidad social no es opcional para las empresas, es un criterio que debe estar integrado en la estrategia del negocio y en la cultura organizacional como una decisión indispensable, pensada a largo plazo, que impacta y genera valor desde las dimensiones económica, ambiental y social. El principio de la responsabilidad social aporta a la competitividad y reputación de la empresa, incluida su cadena de valor y es clave para la sostenibilidad de las organizaciones.
Las reglas del mercado han cambiado. La inmediatez, junto a la tecnología y acceso a la información, son recursos que tienen a disposición nuestros grupos de interés para conocer cómo un modelo de negocio impacta su entorno. Estos grupos de interés son cada vez más conscientes de las formas de producción de los bienes o servicios que adquieren y de las implicaciones que estas podrían tener en el ambiente o la sociedad en general.
Los nuevos públicos
Se puede decir entonces que, los diversos públicos son ahora mucho más exigentes, pues ese acceso a la información del que hablamos les ayuda a decidir si eligen o no una marca o servicio basados en cómo se comporta la empresa que lo produce, quienes la dirigen, qué tipo de materiales utiliza, cuáles alianzas estratégicas promueve, qué impacto ambiental genera, etc.
Esta realidad nos debe llevar a tomar acciones inmediatas, identificar los temas sensibles e informar con transparencia y coherencia sobre nuestro comportamiento e impacto en la sociedad y el medioambiente. Debemos pasar de ser entes meramente económicos, dedicados a la producción de bienes y servicios, a ser agentes que contribuyen a la sociedad y la preservación ambiental, económica y social de las comunidades en las que hacemos vida. Y eso es lo que debemos comunicar.
Los datos sobre sostenibilidad
El estudio “Investing for a Sustainable Future”, realizado por el MIT Sloan Management Review, desarrolló una encuesta a más de 3 mil ejecutivos y gerentes de 100 países, con resultados impactantes. Cerca de la mitad dijo que no invertiría en una empresa con un débil historial de sostenibilidad. Adicionalmente, el 60% de los directivos de empresas abiertas a bolsa cree que las buenas prácticas sustentables influyen en las decisiones de inversión. Sin embargo, lo que más llama la atención es que la investigación concluye que hay una importante falta de comunicación sobre estos temas a nivel interno, tanto hacia los colaboradores como hacia los inversionistas.
Entonces surgen las siguientes interrogantes: ¿cómo logramos comunicar y posicionar nuestra contribución a la sociedad hacia adentro de nuestras organizaciones?, ¿cómo hacemos visible estos temas con nuestros colaboradores y accionistas?, y no menos importante, ¿cómo debemos presentar esta información hacia afuera para que sea valorada por nuestros clientes y proveedores?
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Las acciones
Podemos plantear algunas ideas que nos ayudan a entender cuáles son las acciones que debemos tomar para resolver estas inquietudes:
- Tener un discurso alineado entre lo que decimos y lo que hacemos. Hoy día no está permitido improvisar.
- Identificar y priorizar nuestros grupos de interés (internos y externos).
- Definir temas como: los asuntos materiales que para ellos son relevantes, lo que necesitan saber. También cuáles son sus intereses, necesidades y exigencias en materia de sostenibilidad. Para así adaptarlos al escenario comunicativo de la organización.
- Alinear expectativas, intereses y exigencias, con acciones y comportamientos que se esperan de la organización y de su CEO.
- Desarrollar una estrategia de comunicación que conecte con nuestro propósito y visión a largo plazo y permee a toda la organización.
- Establecer una hoja de ruta, defiendo los canales que vamos a utilizar para llevarles información y definir formatos de contenido offline y online.
- Mantener una escucha activa permanente.
- Formalizar alianzas estratégicas que potencien la cooperación, a partir de las fortalezas individuales.
En conclusión, debemos utilizar los diferentes canales y hacer un esfuerzo por llegar a nuestros diversos públicos. No podemos esperar que nuestros clientes, proveedores y demás grupos de interés tomen la iniciativa o reciban una información errada de otra fuente. Todas nuestras actividades y acciones deben comunicarse a nuestros grupos de interés. Esto buscando construir y fortalecer esas relaciones y generar confianza hacia las empresas para lograr la sostenibilidad de las mismas a largo plazo.
* Monique de Saint Malo Elet es gerente general de Stratego e integrante de Sumarse.
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