La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó este jueves 5 de junio que el volcán de Fuego atraviesa una nueva fase eruptiva con cada erupción más fuerte que la anterior. Esto llevó a las autoridades a activar la alerta anaranjada institucional. Esta medida permite ejecutar acciones inmediatas en comunidades vulnerables cercanas al coloso, con el objetivo de salvaguardar vidas ante el incremento de actividad volcánica.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) ya había advertido desde el miércoles 4 de junio sobre un incremento en las explosiones y erupción, y la constante expulsión de ceniza desde el cráter. Como respuesta, se han intensificado los monitoreos y se han iniciado evacuaciones preventivas en distintas comunidades de Sacatepéquez y Chimaltenango, departamentos altamente expuestos a la caída de material volcánico.
Hasta el momento, más de 500 personas los evacuaron por las autoridades. Entre ellas, 159 pobladores de las aldeas Panimaché I y Morelia, en Chimaltenango, los trasladaron a un gimnasio en Santa Lucía Cotzumalguapa. A otras 141 personas de comunidades vecinas las acogieron en un refugio municipal en San Juan Alotenango. Además, al menos cien personas ya permanecen resguardadas en este último albergue.
Según datos preliminares de la Conred, ha transcurrido un 45% del tiempo estimado que podría durar este episodio eruptivo, por lo que las autoridades se mantienen en constante vigilancia.
Los departamentos más afectados por la caída de ceniza son Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango. Ante esta situación, se recomienda a la población no realizar actividades al aire libre, utilizar mascarilla para evitar problemas respiratorios, cerrar ventanas y cubrirlas con trapos húmedos.
La Conred continúa con el monitoreo de la actividad del volcán y hace un llamado a mantenerse informados por medios oficiales para evitar alarmas innecesarias y actuar con responsabilidad ante esta emergencia natural.