El acceso a Internet se convirtió en una parte esencial de la vida cotidiana de niños y adolescentes en América Latina. A través de la web los jóvenes encuentran un mundo de oportunidades para aprender e interactuar. Sin embargo, el entorno virtual también esconde peligros que no siempre son tan evidentes para los más chicos.
Un estudio realizado por la organización Grooming Latam menciona que 3 de cada 4 jóvenes no conoce los riesgos a los que están expuestos en el espacio digital. Además, el informe detalla que al menos 4 de cada 10 niños y adolescentes en Latinoamérica tiene conversaciones con desconocidos por internet.
Estos números ponen en evidencia la vulnerabilidad de los menores en línea y la necesidad de que padres y adultos responsables tomen medidas para protegerlos.
“Internet brinda enormes beneficios educativos y sociales para los niños, pero también conlleva riesgos significativos que no podemos ignorar. Es esencial que los padres y tutores estén informados sobre el contenido al que acceden sus hijos, las personas con las que se comunican y cómo esto afecta sus hábitos de conducta”. Afirmó Cristopher Leandro, especialista en ciberseguridad de Sysa.
“Uno de los mayores desafíos es que los niños y adolescentes a menudo no son conscientes de los peligros que existen en línea. Pueden no entender que una simple interacción en una red social o en un juego en línea puede convertirse en una situación peligrosa si no toman las precauciones adecuadas”, agregó Leandro.
Entre los riesgos más comunes que enfrentan los menores en línea, según Unicef, se encuentran la exposición a contenido violento, racista o pornográfico. La interacción con adultos con intenciones inapropiadas o personas que buscan radicalizarlos; y la participación en la creación o difusión de contenido dañino, como incitar al odio o compartir imágenes sexuales.
Además, el mismo informe de Grooming Latam indica que al 15% de los menores encuestados se les han solicitado imágenes comprometedoras. Al 26% se les ha propuesto un noviazgo virtual, con el agravante de que la mayoría de estas peticiones provienen de desconocidos.
Por lo tanto, para hacer frente a estas situaciones Sysa ofrece una serie de recomendaciones para proteger a los niños y adolescentes de los riesgos digitales:
- Establecer límites claros de uso de dispositivos. Definir horarios y reglas sobre el uso de dispositivos electrónicos ayuda a los niños a entender que el navegar por Internet es una actividad que debe manejarse con responsabilidad.
- Utilizar la tecnología para supervisar la actividad en línea. Configura controles parentales y filtros de búsqueda segura en los dispositivos y aplicaciones que usan los niños. Asegúrate de que los dispositivos estén protegidos con programas de seguridad como firewalls y antivirus.
- Educar sobre la privacidad y la seguridad. Enseña a tus hijos la importancia de no compartir información personal en línea. Como su nombre completo, dirección, número de teléfono o datos de la escuela.
- Conoce sus hábitos en línea: Acompaña a tus hijos en la búsqueda de contenidos en la web y enséñales a evitar material inapropiado. La supervisión activa es esencial para protegerlos de riesgos digitales.
- Fomentar la comunicación abierta. Anima a tus hijos a hablar contigo sobre cualquier cosa que vean o experimenten en línea que les haga sentir incómodos o inseguros. La comunicación es clave para identificar este tipo de problemas.
En un contexto donde la conectividad sigue avanzando en la región. Los menores pueden transformarse en personas aún más vulnerables si no se toman los recaudos necesarios. La seguridad en línea de los niños es un desafío que requiere una atención constante y una acción proactiva por parte de todos los involucrados en su educación y bienestar.
“Proteger a los más jóvenes en el mundo digital requiere un esfuerzo conjunto entre padres, educadores y especialistas en ciberseguridad. Con el conocimiento adecuado y las herramientas correctas, podemos ayudar a que los jóvenes disfruten de los beneficios de Internet de manera segura, sin exponerse a riesgos innecesarios”. Concluyó Cristopher Leandro.
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