El Banco Central de Costa Rica (BCCR) dejó en 6.5% su tasa de política monetaria (TPM), un nivel que en teoría marca la referencia para el resto de tasas de interés del sistema financiero.
Sobre el entorno el BCCR señaló las menores presiones inflacionarias actuales, explicadas, a su vez, por la reversión de los choques de oferta de origen externo y al crecimiento de la economía, catalogado como “con buen ritmo”.
Respecto a la decisión de mantener la tasa, señala varios riesgos, entre ellos, un retorno de presiones inflacionarias ante el repunte en el precio del crudo y otros productos relacionados a factores climáticos y el riesgo de incentivar la dolarización de portafolios financieros.
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Consideramos que el espacio existe para una disminución de la TPM donde un recorte hacia 6.25% – 6.00% sería consecuente con lo que observamos en los mercados financieros, donde las menores presiones inflacionarias esperadas, el buen desempeño fiscal de Hacienda y la disminución en la colocación del crédito en moneda nacional están llevando al nivel de tasas de interés efectivo a la baja.
La no acción del BCCR abre una brecha entre la postura de la autoridad monetaria y la dirección que llevan los agentes del mercado financiero, donde cada vez es más difícil encontrar oportunidades de colocación de recursos a las tasas que debería implicar la TPM.
Por su parte, la recomposición de portafolios hacia el dólar es un movimiento inevitable debido a las condiciones actuales y esperadas para los rendimientos de los Tesoros.