1 de octubre, se celebra en Guatemala el Día del Niño. Este día recuerda que todos los niños y niñas tienen derecho a la salud, la educación y la protección.
Esta fecha, además de celebrarla con dulces y confeti, es importante reconocer por qué surge.
El Día del Niño se conmemoran los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).
Esta Convención, la más universal de los tratados internacionales, establece una serie de derechos para los niños y las niñas, incluidos los relativos a la vida, la salud y la educación, el derecho a jugar, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), sugirió a los países asignar un día especial para recordar a la ciudadanía que son los niños y niñas el grupo más vulnerable de la población.
Los niños y niñas son únicos e irrepetibles
La psicóloga María Ma, psicóloga clínica infantil-juvenil, explicó: “Un niño necesita un adulto que pueda amarlo y protegerlo durante su infancia. Con ese trato amoroso, respetuoso, el niño o la niña será capaz de formar una personalidad que le permita adaptarse y dar respuesta a lo que la vida le presente cuando sea mayor”.
Otros consejos importantes que enfatiza la especialista es que hay que generar momentos de conexión, contacto visual, darles afecto físico, cariños abrazos, reconocer todo lo que hacen bien y evitar la crítica destructiva.
Recreación y educación, derechos universales
Ser parte de un club, academia de deporte o de baile, fortalece la disciplina de los niños y niñas.
También permite desarrollar sus habilidades, pensamientos, crea vínculos sociales y mejora las habilidades colaborativas.
Carlos Galicia, docente en música y creador del audio libro “El mundo de los monstruos”, explicó que la música también es una opción para que los niños puedan realizarse.
“Dar un instrumento musical a un niño es darle la mejor oportunidad de su vida. De ser feliz, de ser más expresivo, más creativo y más sensible”, añadió Galicia.
Por su parte la maestra en Educación Pre-Primaria y especialista en educación especial, Nidia Sajquim añadió: “Debe haber un equilibrio en las actividades que realicen los niños y niñas, es decir un tiempo de juego, estudio, deporte y compartir en familia. Toda actividad debe ser moderada y que sea del gusto del niño para evitar ansiedad y estrés”.
Carlos González, pediatra y autor del libro “Bésame mucho”, en sus conferencias enfatiza que además los padres deben pasar tiempo de calidad juntos. Ya sea a través de actividades cotidianas o especiales, como excursiones o juegos, el tiempo compartido fortalece los lazos y mejora la comunicación.
Fuentes: María Ma, psicóloga clínica infantil-juvenil. Carlos Galicia, docente en música y autor del audio libro “El mundo de los monstruos”. Nidia Sajquim, maestra en Educación Pre-Primaria y especialista en educación especial. Carlos González, pediatra y autor del libro “Bésame mucho”.