Por: Manipadma Jena / IPS
“Las disputas diarias en el único punto de agua de los barrios marginales de Bhubaneswar, donde cientos de hogares dependían de esta única fuente de agua no potable, quedaron en el pasado”, dice Aparna Khuntia, integrante de una legión de voluntarias que contribuyeron a que cada hogar de esta ciudad del este de India disponga ahora de agua potable corriente, las 24 horas del día.
No es poca cosa, si se tiene en cuenta que la capital del estado oriental de Odisha está inundada por una ola de migrantes del campo a la ciudad. De los 8,86 millones de hogares rurales de Odisha, uno de cada tres tiene un emigrante, según datos del gobierno.
De ellos, 70 % se traslada dentro del Estado, la mayoría a la capital, en explosivo desarrollo.
Los recién llegados a la ciudad pueden montar un refugio con carteles publicitarios desechados y unos cuantos palos de bambú, pero el acceso al agua, por no hablar del agua potable, sigue siendo un gran problema.
“Incluso los barrios marginales reconocidos por el gobierno, como nuestra colonia en 2019, solo disponían de dos horas de suministro de agua al día. Las familias numerosas que no podían almacenar suficiente se enfrentaban a dificultades incalculables. Muchos tenían que pagar por un camión cisterna cada dos días. Las conexiones ilegales de agua eran rampantes, lo que se traducía en enormes pérdidas de ingresos para el gobierno”, dijo Khuntia, de 36 años, a IPS.
En 2030, 2000 millones de personas seguirán viviendo sin agua potable
“El ecuador de nuestro viaje hacia 2030 ha pasado. El mundo está en camino de alcanzar solo 17 de las 169 metas de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, revela el más reciente informe de Naciones Unidas sobre el estado de cumplimiento de los ODS en 2024.
El ODS 6, centrado en garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua llimpia y el saneamiento para todos, reveló que entre 2015 y 2022, la proporción de la población mundial que utiliza agua potable gestionada de forma segura aumentó de 69 a 73 %, según el informe.
Aunque ahora más personas acceden al agua potable, en 2022, 2200 millones seguían sin disfrutar de este derecho humano básico. Alcanzar la cobertura universal en 2030 requerirá multiplicar por seis las tasas actuales de avance en materia de agua potable gestionada de forma segura, advierte el informe.
En 2022, según la ONU, aproximadamente la mitad de la población mundial sufría una grave escasez de agua durante al menos una parte del año. Una cuarta parte se enfrentaba a niveles “extremadamente altos” de estrés hídrico.
Situaciones de este tipo se viven en este verano boreal extremo de 2024 en los mayores centros económicos de India: Bangalore y Delhi.
El cambio climático agrava estos problemas. La agencia de calificación Moody’s advirtió en junio sobre que la escasez de agua podría afectar al futuro crecimiento económico de India.
Aun así, según el informe, 93,3 % de la población india utiliza ya al menos los servicios básicos de agua potable, que la ONU califica de “moderadamente mejorables”.
Las mujeres: las mayores beneficiarias y las mayores gestoras
Para seguir avanzando en el ODS 6, en 2020 el estado de Odisha puso en marcha la «Misión Beber del Grifo» para dispensar agua potable de calidad certificada las 24 horas del día, los siete días de la semana, desde las tuberías instaladas en cada hogar urbano.
Con ese fin creó el grupo de mujeres voluntarias del agua. nombradas como Jal Sathi o colaboradoras del agua, fueron rigurosamente seleccionadas entre los grupos de autoayuda locales, formadas y determinadas a marcar la diferencia.
Y bien que han marcado esa diferencia.
El departamento gubernamental de Vivienda y Desarrollo Urbano “aumentó la recaudación de las tarifas del agua en torno a 90 %”, afirmó Khuntia. Como representantes de la colaboración comunitaria en la gestión del agua urbana, son las principales interesadas en una iniciativa novedosa.
Un funcionario clave del gobierno, G Mathi Vathanan, que en su día dirigió la empresa estatal Water Corporation of Odisha (Walto, en inglés), encargada de la misión del agua para todos del gobierno regional, llegó incluso a escribir un libro sobre las voluntarias, a las que atribuye gran parte del éxito de la iniciativa.
“Las mujeres de los grupos de autoayuda son las que lograron hacer realidad el objetivo de llevar el agua a la puerta de cada hogar. El éxito de la misión se debió a (su capacidad para) fomentar la confianza de la gente en el gobierno”, afirmó.
El servicio que estas voluntarias prestaron y prestan a los hogares minimizó la diarrea, la ictericia y la mala salud intestinal que asolaban a los pobres, especialmente a los niños.
El Informe sobre Desarrollo Sostenible 2024 de la ONU sitúa a India en el puesto 109 de 166 en cuanto a avances en los ODS, lo que indica una “puntuación moderadamente mejorable” pero “insuficiente para alcanzar las metas”.
El gobierno federal indio está estudiando replicar el exitoso Plan de Agua Pura de Odisha en otros estados.
Las gestoras del agua ayudaron a otras mujeres cabeza de familia llevándoles agua potable y para cocinar a la puerta de sus casas, eliminando la desproporcionada carga que supone el acceso al agua para muchas mujeres en la India, un país con más de 1400 millones de habitantes y desde 2023 el más poblado del mundo.
Un día de trabajo en la vida de una promotora del agua
Cada una de las voluntarias se ocupa de 1200 hogares designados, tanto en sus propias viviendas como en hogares de mayor categoría. Esta familiaridad le da una ventaja con sus clientes, de confianza, de franqueza en las interacciones que la ayudan a conseguir lo que el personal del gobierno no puede.
Todos los meses visita a los hogares asignados, lee el contador de agua instalado, genera la factura y, a menudo, también cobra. Pero a los que no pueden pagar, la socia del agua les visita una y otra vez, insistiéndoles y engatusándoles para que paguen.
“Les instamos a no malgastar un bien tan preciado como el agua, y a los que tardaron en contratar una nueva conexión les convencimos para que lo hicieran”, explicó Khuntia.
Con los contadores de agua instalados y los pagos obligatorios, los hogares tienden a no malgastar el agua. En los barrios marginales, las facturas no solían superar las 50 o 65 rupias (menos de un dólar), un monto asequible incluso para los más pobres.
“Así que esta misión del agua potable del grifo fue una victoria tanto para el gobierno como para los consumidores”, dijo a IPS Khuntia, madre de dos hijos.
También garantiza ciudades y comunidades sostenibles según el ODS 11. Los ingresos obtenidos por el gobierno regional garantizan el mantenimiento de las infraestructuras hídricas.
Khuntia explicó que a pedido de los usuarios se analizó el agua del grifo con equipos que llevaban consigo. También informaban de problemas relacionados con el agua y de fugas en las tuberías que comprometían la pureza del agua al personal de mantenimiento del gobierno, que acudía inmediatamente.
“Antes, la gente rara vez llamaba al personal si notaba daños en las tuberías; a veces era deliberado, por robo de agua. Pero como visitamos a las familias a menudo y se sienten cómodas con nosotros, recibimos esta información muy rápidamente”, añadió.
La meta 6-1 del ODS 6 determina para 2030 el acceso universal y equitativo al agua potable segura y asequible para todos. La misión «Beber del grifo» es una iniciativa para lograrlo.
Según la Watco, en marzo de 2023, 4,5 millones de residentes urbanos de 29 organismos locales urbanos de los 115 que hay en el estado de Odisha tendrían ya acceso a los servicios de agua potable del grifo o estarán en condiciones de hacerlo.
Con este plan no solo se garantiza la equidad en el suministro de agua, sino también la sostenibilidad mediante la instalación de contadores de agua en todas las tuberías domésticas. Como los hogares pagan por el agua, tienden a no derrocharla.
Sin embargo, tras cuatro años de servicio, estas voluntarias han exigido un mejor reconocimiento pecuniario por sus servicios. Lo que reciben ahora equivale a 5 % del total de su recaudación como incentivo, 100 rupias si inscriben a un nuevo cliente para una conexión de agua y una bicicleta.
Aparna Khuntia dijo a IPS que dedica cuatro horas al día a este trabajo, mientras que sus ingresos mensuales se aproximan a las 5000-7000 rupias (60-84 dólares).
Gran parte de esos ingresos los destina a complementar los de su marido, que gana 15 000 rupias (180 dólares) manejando un vehículo rickshaw de tres ruedas, para sufragar los gastos del hogar, incluido el alquiler de una habitación. “Lo que sobra se gasta durante los festivales o cuando visitamos a parientes en el pueblo”, detalló.
“Con el cambio de gobierno en las elecciones de junio de este año, el nuevo gobierno de Odisha está reorganizando todo el sistema de grupos de mujeres voluntarias. Las Jaal Sathis posiblemente recibiremos una nueva designación, pero el programa, que ha tenido mucho éxito, continuará”, dijo a IPS el director de operaciones de Watco, Sarat Chandra Mishra.
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